Revista Cultura y Ocio

Arderás en la tormenta. John Verdon

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Arderás en la tormenta. John Verdon
     "Dave Gurney estaba ante el fregadero de la cocina de su granja, con uno de los coladores de Madeleine en las manos. Con sumo cuidado, vaciaba en él un tarro muy antiguo de vidrio teñido, que contenía una especie de guijarros marrones recubiertos de una costra de barro".
     John Verdon saltó a la fama con su novela Se lo que estás pensando, en la que presentaba un puzzle casi imposible y a un detective retirado con una mente tan pausada como eficaz. Años después, su detective sigue investigando y hoy traigo a mi estantería virtual la sexta entrega de la saga, Arderás en la tormenta.
     Se cumple el primer aniversario en White River de la muerte de un motorista negro por el disparo de un policía local blanco y los disturbios estallan en las cales. El lugar está dividido y las calles son un auténtico polvorín cuando, en mitad de todo ello, un policía es abatido por un francotirador. Es por esto que el fiscal del distrito de Nueva York acude a David Gurney para que investigue lo sucedido.
     John Verdon ha cogido el truco a sus lectores de Gurney así que cada entrega procura seguir una estructura similar, con más o menos éxito. Un comienzo pausado, la mezcla entre la vida casera del protagonista junto a su esposa Madeleine, el caso que tiene entre manos el detective Gurney y la resolución final más o menos sorprendente según la atención que haya ido prestando el lector. Y, si miramos detenidamente cada una de sus novelas, veremos que todas ellas siguen las mismas pautas. Es más, Madeleine siempre es la conciencia en voz alta, la esposa preocupada que pone pegas a que su marido investigue y discute con el debido a su preocupación, el freno... Incluso cuando se acerca al caso lo suficiente como para no criticarlo tanto, encuentra el modo de frenar, ya sea por su empatía o, como sucede aquí, porque no quiere que su esposo investigue unos restos encontrados en su finca. Y un poco lo mismo sucede con Gurney, ya le tenemos pillado el punto. Su infinita paciencia con su esposa, su escaso interés en la vida de jubilado y la capacidad pasmosa que tiene para obsesionarse con cualquier caso que le presente... cualquiera en realidad. Y junto a ellos aparecerán los personajes secundarios de turno adecuados para cada una de las tramas.
     En este caso Verdon se mete de lleno en el tema de los conflictos raciales, algo bastante habitual por desgracia, en países como Estados Unidos. Ello le sirve como excusa para hablar, no sólo del racismo que sigue existiendo junto a la existencia de determinadas organizaciones extremistas, sino también al sensacionalismo televisivo que se aprovecha de cualquier situación controvertida ara ganar televidentes y patrocinadores. Ninguna de las dos cosas son demasiado originales, la verdad.
Gurney comienza a investigar un caso en el que los indicios parecen ir encajando demasiado bien, y eso a él no le gusta, las cosas nunca son tan fáciles. Si a eso le unimos la aparición de nuevas víctimas, está claro que en White River nada es lo que parece. Ni siquiera entre los miembros del comité que se forma para investigar lo sucedido en un intento de calmar los ánimos lo antes posible. Sabido esto, acompañaremos al jubilado investigador hasta la resolución del caso, una resolución que, si bien es satisfactoria, no sorprende a nadie ya que el autor nos ha ido dejando las pistas suficientes a lo largo de la lectura como para que nosotros mismos lo señalásemos.
     Tengo que decir que no encajo con Verdon. Su detective me parece que está desgastado y la esposa de este me resulta irritante. Los casos que ha ido presentando a lo largo de las novelas han perdido la originalidad del primer título y además, en el caso de esta sexta entrega, el comienzo es tan pausado que cuesta no sentirse sentado a hacer una lectura en diagonal y avanzar hasta que empiecen a suceder cosas. No digo que sea una mala opción para leer en verano pero... me ha resultado aburrida hasta que ha arrancado. Y si un libro que parece ser concebido únicamente para entretener, comienza aburriendo al lector... algo falla. Claro que quizás sea por eso por lo que las campañas anunciando la salida de nuevos títulos de esta saga parecen ser cada vez más silenciosas.
     Me gustan las novelas de detectives, pero cada vez me cuesta más encontrar títulos que me satisfagan. Hoy os toca a vosotros, ¿me recomendáis un buen thriller?
     Gracias.

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