Hoy he pasado la mañana en Innovando en Jueves. Ha sido una experiencia muy enriquecedora, encontrándome con muchos buenos amigos y enterándome de proyectos e iniciativas que se llevan a cabo en mi Comunidad.
Escuchando las experiencias de mis compañeros, me iban surgiendo muchas ideas y comentarios. Cogí un trozo de papel y fui tomando notas para ordenar mi posterior intervención en el debate. Las ponencias me inspiraron 6 posibles áreas de mejora de nuestras organizaciones en su postura respecto a la eSalud. Me gustaría compartir las mismas con vosotros para seguir generando debate:
- Eliminar el voluntarismo: casi todos (por no decir todos) los proyectos que se presentaron estaban liderados por personas voluntariosa que dedicaban una gran cantidad de tiempo al mismo (gran parte del mismo personal). Desde mi punto de vista, nuestras organizaciones deben evitar que el motor (desde el punto de vista de la continuidad del mismo, no me malinterpretéis) de la innovación sean estas personas porque, cuando el voluntarioso/a se va (por lo que sea), el proyecto muere. Está muy bien que estas personas sean la chispa activadora, como motor de arranque, pero no debemos dejar que la continuidad del proyecto dependa sólo de su presencia.
- Formación: Piedra angular para conseguir el cambio. Pero no me refiero a la formación voluntariosa, que también la hay: personas voluntariosas que dan cursos (muchas veces por amor al arte) a otras personas voluntariosas. Yo me refiero a una formación reglada. ¿Por qué? Pues porque si hoy día es imposible imaginar a un profesional sanitario que no trabaje con ordenadores, ¿por qué no está incluida en la misma el manejo de estas herramientas? Ya sea en la Universidad o durante los periodos de formación (tipo residencia xIR), debería ser inexcusable. Durante las ponencias surgieron 2 buenos ejemplos de necesidades de formación. Sobre protección de datos y privacidad de la información y sobre la generación de documentos electrónicos adecuadamente indexados para facilitar la búsqueda de información posterior. En mi experiencia personal, la inmensa mayoría de errores en estos ámbitos se deben a desconocimiento, no a una mala intención (la intención de fondo siempre es ayudar al ciudadano). Nuestras instituciones no se pueden permitir que nuestros profesionales no estén formados en estas cuestiones tan delicadas y frecuentes en nuestra práctica diaria… luego vienen los problemas, los grandes titulares, la desinformación y el malo es el pobre profesional… pero yo creo que la institución de turno tiene gran carga de responsabilidad también.
- Regulación: Nuestras organizaciones deben hacer una apuesta fuerte por la eSalud. Y esto no consiste en poner la coletilla “nuevas tecnologías” o “redes sociales” o “2.0″ a los parrafos que ya estaban escritos en políticas previas. Lo que deben hacer nuestras organizaciones es tener una verdadera estrategia para la eSalud, desde cero y como elemento de entidad propia que se relaciona inevitablemente con el resto de estrategias de la organización. Como dijo Rosa (@enfermera2pto0): URGE realizar un análisis profundo que evalúe los esfuerzos que se están haciendo para evitar duplicidades y aunarlos para que cobren mayor fuerza. Nuestras organizaciones deben plantearse qué quieren conseguir en el ámbito de la eSalud (objetivos), cómo lo van a hacer y cómo piensan evaluarlo. La rueda de Deming me parece una buena metodología para afrontar esto: planea, haz, evalúa y actúa.
- Reconocimiento: Nuestras organizaciones deben reconocer el trabajo realizado por nuestros profesionales en el ámbito de la eSalud y nuestros ciudadanos deben percibirlo así. Por ejemplo, no vale que un becario (o similar) esté detrás de un canal de una institución (ya sea Twitter, Facebook o lo que sea) si no va a tener el apoyo de la dirección expreso, preferiblemente con alguien con autoridad que le respalde en su actividad. Cuando las personas se relacionan con una institución a través de Internet, esperan una respuesta de dicha institución. Lo que haya por detrás debe ser transparente para ellos y la respuesta debe ser consecuente. Tampoco vale el usar las redes sociales como medios de comunicación unidireccionales. Si queremos entrar en la moda del 2.0, al menos seamos honestos con lo que anunciamos y no degrademos las herramientas 2.0 que ya existen al más recalcitrante unopuntocerismo. Esto lo digo sin ánimo de desmerecer lo 1.0 pues, desde mi punto de vista, aún nos queda mucho 1.0 por aprovechar, sin que sea incompatible con otras herramientas… lo del X.0 no es más que una nomenclatura, no se hundirá Internet si se mezclan… de hecho, el enriquecimiento está en la unión de todas, usando lo que mejor nos venga para la tarea que necesitemos.
- Asemejar lo virtual a lo real: Entra dentro del ámbito del reconocimiento, pero quiero destacarlo aparte. ¿Qué quiero decir con este apartado? Pues que la actividad virtual (llamémosla así) debe estar perfectamente integrada con la real, dedicándole el tiempo necesario y, por qué no, el reconocimiento merecido. Por ejemplo, si queremos que un servicio atienda a otros compañeros por correo electrónico (para interconsultas, por ejemplo) no debemos dejarlo a cargo del voluntarioso de turno. Se deberán establecer unas condiciones de servicio para que todo aquel que contacte sepa lo que esperar, cuándo esperarlo y qué hacer si no obtiene una respuesta satisfactoria. Debe ocurrir lo mismo con la gestión del conocimiento. ¿Cómo queremos información de calidad en Internet si nuestras propias organizaciones no la reconocen? ¿Podría ser que un artículo de interés en Wikipedia valiera lo mismo que un artículo en revista de papel? ¿Podría el impacto asimilarse al número de visitas o comentarios? Si no, se debería intentar evaluar de otra forma, pero entiendo que es un paso necesario que terminará llegando; si no, la información de calidad terminará dependiendo de los voluntariosos… y ya os comenté lo que creo ocurre con esto.
- Normalizar la eSalud en la actividad de nuestras organizaciones: ¿Qué quiero decir con esto? Pongo un ejemplo. A los oftalmólogos de un hospital no les gusta hacer retinografías (por ejemplo), pero es un servicio que ofrece nuestra organización, así que, no importa cómo se apañen, pero lo tienen que hacer. ¿Por qué no hacemos lo mismo con la eSalud? Por ejemplo, a mi me gustaría que la comunicación entre Primaria y Hospitalaria fuera más fluida mediante el uso, por ejemplo, del correo electrónico (herramienta 1.0 desaprovechada por excelencia). ¿Por qué no puedo “obligar” a mis servicios que tengan una dirección de correo para este uso con unas determinadas condiciones de servicio? ¿Por qué nos permitimos que se pueda decir que no? Y, que quede claro, cuando hablo de “obligar” a hacer esto no quiero que se malinterprete. Si nuestra organización ha decidido ofrecer este servicio, debe velar por su cumplimiento, pero también debe procurar los recursos necesarios a los profesionales para que lo lleven a cabo (como dije antes, tiempo y reconocimiento, como poco). Conociendo la situación y basándome en mi experiencia, entiendo perfectamente por qué se dice no a estas iniciativas por parte de los profesionales: se pretende que sea un MÁS POR LO MISMO que suele quedar en las manos de los sobrecargados voluntariosos… ¡así no puede ser!
Tengo que decir que fue un verdadero placer participar en este evento. Me gustó mucho ver que la Organización se lo tomaba en serio y que había presencia de altos responsables de la misma. Me consta también que muchos de los allí presentes se reunieron luego con la Consejera de Salud para exponerle sus ideas y propuestas. Espero que todo esto llegue a buen puerto… desde luego, el inicio del camino ya promete mucho
Mientras tanto, todos seguiremos trabajando.