Revista Arquitectura
Los juegos Olímpicos de Pekín no sólo sirvieron para encumbrar a figuras como Phelps o Usain Bolt, sino que lanzaron al estrellato de la arquitectura a la utilización de las pantallas gigantes de LEDs para la decoración de edificios.La atención generada por las Olimpiadas de Beijing 2008 fue un verdadero trampolín para el diseño arquitectónico basado en las luces LEDs. Las miles de lámparas de la fachada del Cubo de Agua, que eran capaces de generar más d 16,7 millones de colores, asombró al mundo entero.
A partir de aquí, el crecimiento de las fachadas adornadas con pantallas gigantes de LEDs ha sido exponencial. A parte de su vistosidad, lo que más adeptos está generando a este tipo de decoración ha sido la capacidad de esta iluminación para ser completamente autónomaEs decir los paneles ligeros de LEDs utilizan la energía solar captada por ellos mismos durante el día para impulsar un juego de luces vistoso por la noche. Así que a parte de la inversión inicial el coste energético de su mantenimiento es de cero. Estas pantallas usan miles células de captura solares fotovoltaicas conectadas a una rejilla de paneles de cristal, cada uno de cual oculta una serie de LEDS controlado por el ordenador.Dos Buenos ejemplosA partir de aquí, las opciones de diseño y de iluminación son incontables y dependen de la imaginación de cada autor. Como lo demuestra el pantallón de 2.200 metros cuadrados de superficie que se ilumina con 2.292 diodos LED para mostrar juegos de colores y animaciones en movimiento. Se llama GreenPIX fue construida conjuntamente por los arquitectos de Simone Giostra & Partners y los diseñadores de Arup y está situada sobre una fachada de cristal del edificio Xicui, en Pekín. Otro buen ejemplo de iluminación en una fachada, está vez más cercano, es la pantalla de más de 1.800 metros cuadrados situada en la Potsdamer Platz de Berlín.