J’ai une bulle d’air. Je la sens très bien. Quand je suis triste, elle se fait plus lourde et parfois, quand je pleure, on dirait une goutte de mercure. La bulle d’air se promène de mon cerveau à mon cœur et de mon cœur à mon cerveau».Enseguida he podido localizar el libro, pese a que hace al menos treinta años que no había vuelto a verlo. El entrañable y valioso rigor del orden alfabético. ¿Que sería de nosotros sin el orden alfabético?
Revista Cultura y Ocio
(Tiempo contado). 17 julio, viernes. 13:40. El “impasse” grave del verano. En esta situación, y en plena canícula, el tiempo amenaza con solidificarse y asfixiarnos como si hubiéramos caído dentro de un bloque de hormigón. Menos mal que está el aire acondicionado...
No sé por qué —aunque tampoco sería difícil de explicar— me he acordado de un poema de Fernando Arrabal que fue, en su momento (primeros ochenta), toda una revelación. Y como las verdaderas “iluminaciones”, su halo aún dura. Lo copio en francés. Es de fácil comprensión.