Aprovechando la temporada de setas, y una excursión de fin de semana a Talayuela (municipio de la provincia de Cuenca), nos trajimos una buena cantidad de níscalos recién cogidos, sanotes y bien lustrosos.En honor a la verdad, la cesta de níscalos, rovellóns o esclatasang -tienen mil nombres según la zona-, no fueron recogidos por el que esto está contando (puedo pasar por delante de un grupo de ellos y no verlos), sino por un lugareño de Talayuela al que todos los años, por estas fechas le compramos una cesta para prepararlos de diferentes formas: a la plancha con ajo y perejil, con tomate o en algún arroz seco o caldoso.
INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS100 gramosde arroz.Costillas de cerdo (8 o 10 trozos)8 níscalos de tamaño medio.1 tomate de pera maduro.3 dientes de ajo.1 vaso de caldo de verdura (para el arroz al horno hay que poner el doble de caldo que de arroz. En este he utilizado una parte de caldo de verdura y la otra de agua).1 cucharadita de pimentón colorado.Aceite de Oliva Virgen.Sal.
PREPARACIÓNLimpiamos bien los níscalos, los troceamos y los sofreímos en una sartén con los ajos. Reservamos.En la misma sartén añadimos un poco más de Aceite de Oliva Virgen y salteamos un poco las costillas de cerdo. Las reservamos también.Freímos el tomate rallado con la cucharadita de pimentón colorado.En la cazuela de barro, ponemos el arroz, y todos los ingredientes, removemos todo bien, y añadimos el caldo, siempre el doble que la cantidad de arroz que hayamos puesto. Añadimos sal si fuera necesario.
Introducimos la cazuela en el horno previamente calentado a 250ºC durante 2º minutos. Pasado ese tiempo, apagamos el horno y lo dejamos reposar unos 10 minutos más.