Revista Cine
Antes de hablar sobre la película me gustaría dar un toque de atención a las distribuciones del cine español. Por alguna extraña razón el ministerio de cultura gasta todos sus esfuerzos en intentar aplacar algo implacable, la piratería. No nos vamos a engañar, España es un país muy pirata, y como buenos españoles no se nos ocurrirá pagar algo que puedes ver gratis en casa, aunque sea sin palomitas y con las pantallas más pequeñas. Pero lo cierto es que el cine español no es un tipo de cine tan pirateado como piensan. La gente no se baja cine español que no le interesa lo más mínimo simplemente porque se puede ahorrar la entrada. Por desgracia, y también después de una mayoría de productos de calidad pésima la gente asocia cine español con cine basura. Eso no es así, pero este pensamiento junto con la notable dificultad de encontrar esas películas españolas piratas en calidad aceptable, hace que el cine español no se vea tan afectado por la piratería. Sé que mi ejemplo no es significativo, porque voy mucho al cine, pero yo he visto en el cine en el último año: No habrá paz para los malvados, Eva, Mientras Duermes, La Chispa de la Vida y la que nos ocupa Arrugas. Por otra parte creo que sería necesario que el ministerio de cultura apoyase más a sus películas y les ofreciera una distribución digna. El hecho de que tras solo una semana del estreno de Arrugas ésta solo se pueda ver en 2 cines de Barcelona en todo Cataluña es penoso e inadmisible. Entre que no son reclamadas, y que tampoco reciben apoyos, no me extraña nada que fracasen al gran público.
Tras el manifiesto, decir que Arrugas es la adaptación cinematográfica de un cómic del mismo título de Paco Roca. Esta cinta de animación fue preseleccionada para los Oscars en la categoría de cinta de animación. La animación española está a gran nivel, tan alto es el nivel que junto con La Piel que habito las dos mejores películas españolas del año son de animación, Chico y Rita y Arrugas. Arrugas nos cuenta la historia de Emilio un anciano a quien su hijo y su mujer envían a una residencia porque no se pueden hacer cargo de él al notar los primeros síntomas de alzhéimer. En la residencia, Emilio compartirá habitación con Miguel un viejo argentino cínico y divertido que intenta sobrevivir y mantenerse entretenido como puede en la residencia de ancianos en la que pasan el día a día. Emilio y Miguel compartirán día a día con otros abuelos que por diferentes circunstancias han acabado allí.
“Para los ancianos de hoy, y para los ancianos de mañana” reza la película minutos antes de acabar, y es que Arrugas es una película sobre la vejez, sobre la soledad de esa vejez que ha dejado de ser útil para su familia y es encerrada en una residencia de ancianos. Una vejez que es una de esas cosas inevitables, por mucho que intentemos alejarnos de ella. Irnos de este mundo, nos preocupa a todos, pero la soledad que por desgracia, muchas veces acompaña esa despedida es mucho más escalofriante y temible. Como decía Aristóteles, los seres humanos somos animales sociales, y ser consciente, aunque solo sea por momentos, que estás perdiendo esta capacidad de socializarte y que tu luz se está apagando resulta desesperanzador.
La gran virtud de la película es precisamente como expresa esos temas principales. Ignacio Ferreras y Paco Rueda consiguen quitar todo rastro de melodramatismo y de dramón lacrimógeno, hecho que se agradece un montón. Con unos diálogos ágiles y con una comicidad agria, que a pesar de funcionar, no pueden disimular el fondo y el mensaje verdaderamente desalentador, pero que sí consigue transmitir sentimientos genuinos, ninguno impuesto ni forzado, consiguen una trama muy sólida.
Quizás echo de menos algo de profundidad en el punto de vista de enfermeras y médicos, o el de la familia que están construidos a mí parecer de manera excesivamente arquetípica que hace que la obra no sea redonda. Les faltan matices, aunque entiendo que se vuelquen con la trama de los pacientes y dejar los demás frentes. Pero alargar unos 20 minutos la película y añadir profundidad hubiera hecho de esta película una gran película.
Los demás personajes, con más o menos minutos en la película, desde el propio Emilio hasta el Locutor, resultan encantadores. Cada uno consigue construir una historia a su alrededor. La demencia y/o la soledad permiten descubrir sus últimas preocupaciones y de forma muy sencilla permite empatizar con ellos.
La animación en dos dimensiones, simple pero efectiva, junto con la banda sonora de Nani García consiguen dar un empaque sólido y muy cuidado.
A pesar de mostrarnos una triste pero increíblemente veraz historia, con todo lujo de detalles presentes en todas las residencias de abuelos, con sus temidos pisos superiores para los asistidos; Arrugas también posee momentos en los que se desprende pura magia y fantasía. Una fantasía que muchos de los residentes confunden con su verdad día a día. A raíz de este detalle, se crea uno de los grandes debates sobre si hacer consciente a la persona que vive en su realidad alternativa o si por el contrario ayudarla a que continúe soñando mediante los dos protagonistas Emilio, más soñador e inocente y Miguel más cínico y realista.
Como conclusión Arrugas es una de las mejores películas españolas del año, por no decir directamente la mejor. Un guión y una historia cuidada que nos muestra una triste realidad sin necesidad de melodrama barato ni forzado y con dosis de pura magia.
Nota: 8/10
PD: Atención con la canción de los títulos de crédito, Adiós que me voy cantada por una señora de 102 años que pone la piel de gallina.