Revista América Latina

Arte austríaco en La Habana

Por Isa @ISA_Universidad

Arte austriaco en La Habana

Posted on diciembre 5, 2012 by

El Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam propicia un acercamiento al arte austriaco contemporáneo.

Estela Ferrer Raveiro

El contexto y las tradiciones artísticas median constantemente la visión del artista y condicionan, en cierta medida, su discurso. En ello, estoy de acuerdo con los estudios hauserianos. El arte austriaco, por su parte, cuenta con una tradición de larga data, en la cual han sido abordados géneros tan nobles como el paisaje y se han asimilado con éxito las propuestas de estilos de los movimientos internacionales.

Tal vez uno de los más destacados sea el modernismo (Jugendstil), en el cual figura el pintor Gustav Klimt (1862-1918), quien cuenta con un sinnúmero de admiradores debido al mundo esotérico que recrea en sus cuadros. La poesía de los escenarios, los elementos que parecen levitar dentro de un colorido fantástico dieron a su pintura un sello único. Asimismo, Austria es cuna de otros pintores de gran reconocimiento como Egon Schiele y Oskar Kokoschka.

En esta ocasión, el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam ha posibilitado un acercamiento al arte austriaco contemporáneo; una mirada a un abanico de poéticas que incluye artistas entre los veinte y los cuarenta años de edad. Se trata, por tanto, de visiones distintas, en dos generaciones de un mismo país, sobre las dinámicas en las que se inserta el sujeto hoy.

 

En Deseando lo real, las obras de doce artistas austriacos miran el presente desde la nostalgia, la interrogante, o desarrollan el antiguo pero siempre valioso ejercicio de testimoniar el transcurrir de la vida. La exposición pertenece a la Colección Federal de Austria y contiene piezas en diferentes manifestaciones como video instalación, fotografía, dibujo, óleo sobre lienzo, acrílico sobre algodón e impresión digital.

Iris Andrascheck, Catrin Bolt, Adriana Czernin, Josef Dabernig, Rainer Gamsjaeger, Leopold Kessler, Ulrike Koenigsberg, Hubert Lobnig, Anna Stocker y Hannes Zebedin conforman la nómina de artistas de la muestra.

La relación entre arte, sociedad y política es presentada a partir de obras que integran la colección del Ministerio Austriaco de Educación, Cultura y Arte desde 1940. Una colección en la que por año se compra un promedio de 100 obras de arte y se poseen más de 40 mil de todos los medios.

Según la curadora Karin Zimmer:

“Es la primera vez que el Ministerio de Cultura de Austria hace esta exposición y la trae a Cuba. Desde hace 60 años se vienen adquiriendo obras de artistas y se hizo una selección de la colección para presentarla. El tema es la añoranza de lo real. Los artistas trabajan distintos modelos de lo real, también desde la nostalgia como una búsqueda. Se usan los filmes y la literatura para explorar la naturaleza, y se lleva la realidad a una esfera poética”, afirmó en rueda de prensa.

“Se lleva a diferentes momentos de la realidad a través de diferentes pasos. También es importante el interés de los artistas por mostrar el nuevo orden en el mundo y las relaciones sociales y sus expectativas”, aseguró.

Deseando lo real obedece a un deseo del Ministerio de Cultura de Austria de lograr un nexo con otras culturas y la observación de la cultura austriaca. De ahí que la muestra se distinga por su carácter itinerante, siendo Belgrado, Serbia y México países que antecedieron su sede en La Habana.

Entre los artistas destaca Iris Andrascheck, quien trabaja la línea juvenil a partir del dibujo. La artista presenta las fiestas que muestran otra realidad: el joven ya no dentro del salón de clases, sino en el espacio de la fiesta con todas las relaciones sociales que ello implica.

Catrin Bolt es una artista joven que fotografía su residencia en Georgia. Los objetos que presenta son los del mobiliario de su casa en el jardín. La Bolt presenta una nueva realidad, ya que el objeto alcanza otra funcionalidad cuando es sometido a la manipulación fotográfica y sacado del contexto del hogar para ser re-presentado como objeto artístico. Es un cambio de funciones: la primaria de ser objeto útil es sustituida por la función artística. A la vez, en cierta medida, el cambio de espacio (de doméstico a externo) implica que una parte de la intimidad de esa persona queda al descubierto. Se altera la realidad en la medida en que expone sus objetos, aquellos que integran su dinámica cotidiana y, al final, sus hábitos.

Por su parte, Ulrike Koenigsberg apuesta por el cuestionamiento de la validez de la foto como representación fiel del ser humano. La artista plantea la interrogante de hasta qué punto nuestro retrato es realmente una identificación ante el paso del tiempo. Las células del ser humano cambian y después de diez años el cuerpo es otro. Koenigsberg está presentando a la identidad desde algo falso, que es la foto.

Deseando lo real constituye una muestra sin precedentes en el panorama cultural de la Isla y responde a un acercamiento cultural entre Cuba y Austria. Las áreas del campo de golf del Instituto Superior de Arte fueron espacio idóneo para la acción del artista austriaco Herman Nitsch durante la XI edición de la Bienal de La Habana, en la que recibió el título Honoris Causa del capitalino Instituto Superior de Arte. Fue este el inicio de futuros intercambios artísticos, ya que piensan tener una presencia mayor en la próxima bienal, mediante una propuesta con un arte más interactivo. Tiempo al tiempo.

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