Revista Arte
La prensa internacional se hace eco estos días del caso de fraude de obras de arte y blanqueo de capitales que investigan los agentes del FBI y de la Oficina de Investigación Criminal de Rentas Internas de Nueva York en el que están implicados los hermanos de Parga (Lugo, España), José Carlos y Jesús Bergantiños y la pareja del primero, la mejicana Glafira Rosales .Las primerasindagaciones del FBI y de la Fiscalía de Nueva York dibujan una trama de venta de cuadros falsos que podría haberle reportado al marchante lucense, excluidas las comisiones a los galeristas, una riqueza que rondaría los 90 millones de dólares.Importantes y muy cotizados artistas expresionistas abstractos como Mark Rothko, Jackson Pollock, Willem de Kooning, Robert Motherwell, Barnett Newman, Franz Kline y San Francis son los que, según el escrito de acusación del fiscal de Nueva York, Preet Bharara, eran copiados por un habilidoso chino, Pei Shen Qian, y comercializados por los hermanos Bergantiños.
José Carlos Bergantiños Díaz, natural de Guitiriz (Lugo), detenido en Sevilla el Viernes Santo, y su hermano, Jesús Ángel, detenido en Lugo, han sido puestos en libertad pero conla retirada del pasaporte y la orden de no salir de España a la espera de que se celebre la vista para su extradición a Estados Unidos, en el caso de José Carlos. El marchante de arte está acusado de fraude y delito fiscal en Nueva York donde ya ha sido juzgada su compañera Glafira Rosales, la cual será sentenciada el próximo mes de setiembre.Fue a raíz de un encuentro fortuito en una calle de Queens, a principios de los 90, cuando conoce a Pei Shen Qian,un chino que vendía sus cuadros por 10 dólares en una esquina pero que era capaz de reproducir con asombrosa similitud esos cuadros salpicados de borrones y garabatos aparentemente sin sentido, y las pinceladas de mil colores, características de los expresionistas abstractos. Luego, serían presentados, como nuevas obras, hasta entonces desconocidas, de esos grandes maestros.Por cada cuadro que copiaba el chino,Bergantiños le daba, al principio, entre 50 y 100 dólares aunque con el tiempo fue subiendo su cotización hasta llegar a cobrar miles de dólares. El modus operandi del gallego era simple y eficaz al tiempo: una vez los lienzos en su taller , un “loft” en Manhattan, se encargaba deenvejecerlos aplicándoles un brebaje a base de té para luego secarlos con un secador de pelo corriente; a continuación falsificaba las firmas de artistas conocidos y vendía las obras haciéndolas pasar como originales. Así luego los colocaba en galerías de arte y casas de subastas donde los lienzos pintados por el chino Qian,eran adquiridos por coleccionistas de medio mundo, como si fueran auténticos; así, entre otros, uno de Jackson Pollock fue vendido por 17 millones de euros en 2007, el más caro de los cuadros fraudulentos colocados en el mercado por Bergantiños. La galería Knoedler, histórica institución desde 1846 en el mercado del arte de Nueva York, compró gato por liebre al igual que la Julian Weissman. La casa de subastas Christie's vendió también lienzos de arte moderno, procedentes del falsificador chino de Queens. El museo de Arte Contemporáneo Kemper de Kansas City (Missouri) mantiene en sus almacenes obras procedentes de la pareja de marchantes.El financiero Pierre Lagrange, que adquirió en 2007 un supuesto 'pollock', y Jack Levy, ex director de Goldman Sachs, que compró en 2001 otro falso 'pollock' por 1,5 millones de euros en Knoedler, fueron delos primeros en lanzar la voz de alarma y denunciar a la galería por fraude. La publicación 'The Art Newspaper¡ publicó en noviembre pasado la lista de una treintena de coleccionistas timados con el arte procedente del complot. Una parte de los afectados prefiere mantener el anonimato por lo que conlleva de vergüenza adquirir arte falso.Según recoge el escrito del fiscal en base a la investigación realizada por el FBI y por la Oficina de Investigación de Rentas Internas, el negocio se inició desde los primeros años de la década de los noventa hasta, al menos, junio del 2009. Ahora el FBI y la Fiscalía neoyorquina acusan a los hermanos y a la señora Rosales, entre otras cosas, de formar parte de una trama para comercializar cuadros falsos, lavado de dinero y la ocultación de cuentas en el extranjero. Rosales se declaró culpable en septiembre del año pasado de esconder, al menos, 10 millones de euros en cuentas bancarias españolas y de nueve cargos mas de los que se le acusaba por su relación con la supuesta trama.F.J.de C.Madrid, 30 de abril de 2014Nota: Con Info. de prensa española y norteamericana Time, New York Times, Wasington Post, etc.