Philadelphia es conocida como la ciudad de los murales, y no es para menos, sus calles están adornadas por más de 400 de éstas obras de arte.
Esta práctica empezó hace más de 30 años, en 1984, para combatir las pintadas que se hacían en las fachadas. Y que mejor forma que hacer lo mismo pero de una manera organizada. Así nació el programa Mural Arts.
El programa ayuda a cientos de jóvenes y adultos cada año y promueve su arte, a la vez que embellecen sus calles y edificios en restauración. El Departamento de Educación de Mural Arts ofrece cursos gratuitos para jóvenes de 10 a 22 años, animándolos a expresar sus ideas y su manera de ver el mundo a través de la pintura.
Aquí te damos a conocer algunos de estos artistas y sus obras.
1. La obra se titula Micro to Macro y está ubicada en la Escuela de Primaria Morton McMichael. Su autor es el artista Ben Volta, y trabajó directamente con profesores y alumnos para integrar el arte en el ámbito de las matemáticas y la ciencia. El resultado fue este impresionante mural.
2. La siguiente obra es Lotus Diamond, del artista Shepard Fairey y su equipo. Este ha sido el primer mural a gran escala que Fairey a planeado para Philadelphia. Es simplemente increíble.
3. El mural se llama Watchtowers y es del artista Joe Boruchow. Hasta la fecha es su mural más grande, y después de llevar 16 años en la ciudad ha querido hacer su propio homenaje al barrio. Los habitantes más antiguos podrán reconocer edificios que en la actualidad ya no existen.
4. El mural se titula The Color of You Voice, de los artistas Ernell Martinez y Keir Johnston. Es una asociación entre Mural Arts, el Proyecto HOME y el Departamento de Salud del Comportamiento y Servicios de discapacidad intelectual. Y representa la historia, fortaleza y retos individuales. Es hermoso.
5. No solo se crean murales, y para muestra esta obra temporal titulada Light Drift y creada por el artista J. Meejin Yoon con la colaboración de la ciudad y de Mural Arts, y situada a la orilla del río. Está formada por objetos luminosos con forma de boyas, pero no solo eso, sino que llevan un sensor en el interior que cuando las personas se acercan la luz cambia, haciendo que la comunidad participe. Una obra original y que transmite tranquilidad.
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