Por Mabel Machado, La Jiribilla
I
El 2011 señaló aniversarios muy significativos para las artes plásticas cubanas. El 115 del natalicio de Amelia Peláez motivó el homenaje de Bellas Artes a la pintora vanguardista con una amplia selección de las piezas más representativas de los diferentes períodos de su formación y trabajo. El centenario del caricaturista Juan David fue evocado en la Bienal del Humor de San Antonio de los Baños, 2011, mientras que los cien años del chileno Roberto Matta —ampliamente vinculado a Cuba desde los años 60—, se celebraron con una muestra de los “librosobjetos” del artista, organizada por Casa de las Américas en su propia sede.
Como la exposición dedicada a Matta, durante el 33 Festival de Nuevo Cine de La Habana se recordó al cineasta Humberto Solás en su aniversario 70, con una muestra en la galería 23 y 12. La exposición donde intervienen los artistas Manuel Leal, Carlos Llobera y Pablo de Jesús Díaz se compone de 12 piezas que recrean cámaras de cine, algunas utilizadas por Solás en tres de sus películas, y fotografías del rodaje de su cinta El siglo de las luces.
Los cien años del arte abstracto en Cuba fueron conmemorados también este 2011. La expresión abstracta en la Isla, cuya vanguardia se gestó en los años 30 del siglo XX, ha encontrado representantes como Marcelo Pogolotti, Amelia Peláez y Enrique Riverón, Sandu Darie, Carmen Herrera, Pedro Álvarez, los grupos Los Once, Diez Pintores Concretos, el Grupo Cubano de Arte Óptico, Carlos Trillo, Julia Valdés, Flavio Garciandía, Eliseo Valdés, Jorge William y Rigoberto Mena.
“Figuras geométricas”, José Rosabal
Este julio se cumplió una década de la reinauguración y ampliación del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA). En la actualidad, los objetivos fundamentales de la institución se orientan hacia el mantenimiento de su programa de exposiciones y actividades de extensión cultural de forma ininterrumpida. El MNBA sostiene, además, dos líneas principales de trabajo: por un lado, la investigación patrimonial, para sacar a la luz obras existentes en los fondos y piezas atesoradas en colecciones privadas; y por otro, la promoción de artistas contemporáneos, sobre todo aquellos cuyas piezas no se exhiben en las salas del Museo.
Atendiendo a estas premisas, por los días de su aniversario el Museo inauguró la exposición Felipe Orlando: ciudadano del mundo, la mayor retrospectiva de la obra del artista que se ha logrado hasta el momento. La trayectoria de Felipe Orlando pudo recorrerse a través de 24 piezas del Museo y 11 de la colección familiar realizadas desde sus inicios en la pintura hasta los finales de los años 80. La compilación exhibió “La casa de las carolinas” (1943), pieza que junto con “Retrato de Concha” y “Doble retrato” se cuentan entre las más distintivas de la etapa figurativa del cubano, quien incursionó también en el abstraccionismo.
“La casa de las carolinas”, Felipe Orlando
La muestra Nada, del pintor Carlos Quintana constituyó el estreno de su obra en las salas del edificio de Arte Cubano. La más reciente producción del autor puede ser vista en lienzos de mediano formato, donde se abordan pasiones, rituales y atmósferas viscerales. Por su parte, la exhibición Hablando en lenguas puso al público en contacto con la producción del abstraccionista Rigoberto Mena, un pintor de la generación de los 80 caracterizado por largos procesos de búsqueda y experimentación.
El último de los artistas cubanos que expone este año en Bellas Artes es René Francisco. Su presencia en el Museo desde el 16 de diciembre fue concebida como el cierre de los homenajes al pintor y pedagogo por el Premio Nacional de Artes Plásticas 2010. Viejo verde atiende a la primera etapa creativa del artista, durante su formación en el Instituto Superior de Arte cuando el arte de los siglos XVII y XVIII constituyó uno de sus principales referentes. El fundador de la Pragmática Pedagógica concibió la exposición como un recorrido por todos los géneros, técnicas y temáticas que ha abordado durante su carrera, pero define como eje una reflexión sobre las relaciones entre lo nuevo y lo viejo, la seducción y el poder.
Otro de los principales logros del MNBA a sus diez años de reinaugurado consiste en un mayor contacto con el arte proveniente de otros países del mundo, lo cual pudo verificarse durante los últimos 12 meses en la apertura de exposiciones como Las vanguardias soviéticas y Caravaggio y sus seguidores. La primera, inaugurada durante el verano, seleccionó de los fondos del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), piezas representativas del período de florecimiento del arte soviético con el triunfo de Octubre. Alexander Rodchenko, El Lissitzky, Gústav Kúcis, Valentona Kulágina y Várvara Stepánova, algunos de los diez artistas representado en la exposición itinerante, crearon influidos por el desarrollo de los medios de comunicación y propaganda y lograron transparentar en el arte gráfico fundamentalmente los conceptos del suprematismo, el constructivismo, el cubismo y el futurismo europeos.
La presencia del “Narciso”, del italiano Caravaggio en Cuba se convirtió en uno de los sucesos más mediáticos y receptores de público en todo el año. La sala transitoria de Arte Universal acogió el famoso cuadro del adelantado italiano. El Ministerio para los Bienes y la Cultura de Italia trajo a la Isla, sin embargo, una muestra que logró compilar 12 obras de pintores que, hasta casi la primera mitad del siglo XVII demostraron el fuerte influjo de un artista que no asentó escuela alguna en su tiempo.
“Narciso frente al espejo”, Caravaggio
Del arte italiano, pero en su variante más actual, el MNBA recibió también una muestra personal de Ugo Nespolo, vinculado al arte pop, el conceptualismo y el artepobrismo. Las pinturas y videos mostraron la vocación transgresora del artista, que hizo historia con el cuadro de diez metros “El Museo” en Liorna, 1976.
Una donación del coleccionista Gilbert Brownstone dotó al propio Museo de obras firmadas por artistas que han hecho historia en el arte universal. El tesoro que Brownstone considera un resumen de su vida intelectual, con piezas de Picasso, Duchamp, Calder, Lichtenstein y Warhol, representa el más importante donativo recibido por la institución desde 2001.
II
Entre las exposiciones de arte extranjero que llegaron al país en este año destaca también La distancia de la realidad, de Yang Fudong, uno de los creadores jóvenes más reconocidos del arte contemporáneo en china, cuyas piezas han interesado a instituciones como el MoMA Film at Gramercy Theatre (EE.UU.) y el Musee d’Art Moderne de París (Francia). En los videos y fotografías de Fudong que exhibe el Centro Wifredo Lam de La Habana puede advertirse cierta vocación escapista, que deriva a veces hacia actitudes introspectivas donde se enuncian o se deconstruyen las aspiraciones de su generación en China.
Cartografías de la creatividad 100% Valencianos, en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales hizo escala en Cuba como parte del recorrido que, impulsado por la Fundación de la Comunitat Valenciana para la Promoción de las Artes Contemporáneas y el Consorcio de Museos, promueve el arte de esa región fuera de los límites territoriales de España. Una amplia variedad de formatos, técnicas y temáticas, representaron a los artistas más premiados y reconocidos nacional e internacionalmente y a los talentos y las vías de creación emergentes en la actualidad.
De Colombia proviene la exposición Aurora de la pintora y escultora Ana Mercedes Hoyos, a quien se considera una de las figuras más prominentes del arte en ese país. En el Memorial José Martí, se exhiben cuadros que hablan de un estadio superior en la evolución de la artista, marcada por sus estudios antropológicos e intensos períodos de convivencia y observación con comunidades afrodescendientes.
Casi medio siglo de tránsito por la obra del grabador abstracto Manuel Felguérez se expuso en la Galería Latinoamericana de Casa de las Américas. Felguérez es conocido como miembro de la generación de la ruptura en México, de gran influencia en los años 50, por los cambios formales y conceptuales que proponían.
S/T, Manuel Felguérez 40 años de gráfica
La muestra colectiva Horizontes insulares, en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, se centró en la representación del concepto de la insularidad en las artes visuales contemporáneas. Esta recopilación de obras provenientes de diferentes países, tiene como antecedente la exposición Islas, organizada por el Centro Atlántico de Arte Moderno en Canarias (CAM) en 1997.
III
El descubrimiento de dos nuevos frescos del pintor cubano Domingo Ravenet en la Biblioteca Central de la Universidad de La Habana, fue, sin duda, uno de los sucesos más importantes para el patrimonio cultural cubano en este año. “Prometeo encadenado” y “Prometeo raptando el fuego”, de 1945, estuvieron ocultas por 40 años bajo los techos de la instalación. Domingo Ravenet, una de las figuras imprescindibles de la vanguardia plástica cubana, estuvo vinculado con la Revista de Avance, el Primer Salón de Arte Nuevo, y artistas como Amelia Peláez, Víctor Manuel, Marcelo Pogolotti, Carlos Enríquez, Eduardo Abela.
Prometeo raptando el fuego
La Casa de las Américas reveló, por su parte, una nueva faceta del fotógrafo Alberto Díaz (Korda) con la exposición Bembé. Un reportaje para la revista INRA en 1960, con notas del musicólogo Odilio Urfé, muestran a Korda interesado por las tradiciones religiosas afrocubanas. El state del artista decidió exhibir las fotografías que el mismo Korda había guardado a manera de libro, donde se ven a los participantes de una fiesta cumpliendo las diferentes fases de un rito yoruba.
IV
Varias muestras colectivas recorrieron este 2011 el panorama más contemporáneo de las artes plásticas en la Isla. Color Cuba, en el Memorial José Martí de La Habana, había tenido una primera edición con motivo del Encuentro de la Cultura Cubana organizado por la Sociedad Cultural José Martí, de Cuba, y el Ayuntamiento de esa localidad lusitana. En esta ocasión, se mostraron diez obras de gran formato de los artistas Enrique Ávila, Kamyl Bullaudy, Alain de la Cruz, Adonis Ferro, José Fúster, Ernesto García Peña, Eduardo Roca (Choco), José Omar Torres, Dausell Valdés y Ernesto Villanueva y el diseñador Jorge Rodríguez Diez (R10).
Exposición colectiva Color Cuba, “Gente”, Eduardo Roca (Choco)
Punto y seguido, en la galería Villa Manuela de la UNEAC, trajo a la capital una actualización de lo que acontece con las artes plásticas en Cienfuegos. La muestra buscó como objetivo fundamental desmitificar la percepción que el principal centro urbano de la Isla tiene sobre la creación en las provincias, como una producción localista y falta de conflictos.
Una sistematización más amplia fue Senderos, muestra colectiva de artistas de Pinar del Río que ocupó las salas principales del Pabellón Cuba. La recopilación se considera una de las más representativas del quehacer de los artistas de esa provincia en los últimos cinco años. El catálogo apunta que “la propuesta se configura a partir de los senderos que se atisban en la zona de la creación, con una preponderancia de la pintura, ya sea por motivos de tradición o por las propias posibilidades que brinda el espacio pictórico para discursar acerca de disímiles temas”.
En una modalidad diferente de presentación, y con actividades que trascienden el mero hecho expositivo, la iniciativa De la punta al cabo y la Isla también, gira artística por las provincias de Cuba, reúne a 11 creadores liderados por Ernesto Rancaño. Los pintores han realizado talleres, encuentros con artistas locales y visitas a penitenciarías y escuelas de arte.
V
Las exposiciones individuales que estuvieron en galerías este año definieron también algunos de los rasgos del actual entorno artístico nacional y de la diáspora cubana. Los Carpinteros y los hermanos Yoan e Iván Capote expusieron Galería Habana, Rafael Zarza en el MNBA, Carlos Trillo y Eliseo Valdés en Villa Manuela. Vicente Rodríguez Bonachea estrenó en diciembre Una oscura pradera me convida, una muestra que nos puso al corriente de su trabajo en torno a la fatalidad y los universos hostiles en los que se puede insertar el arte. De otro lado, la joven Rachel Valdés, graduada del Instituto Superior de Arte, apareció en La Casona con una exposición donde dio muestras de la efectividad de los códigos del arte pop todavía en nuestra época y contexto.
“Una oscura pradera me convida”, Vicente Rodríguez Bonachea
La galería Villa Manuela atrajo a nuestro país a dos artistas cubanos radicados en el extranjero: Florencio Gelabert Soto y Marta María Pérez. El primero presentó allí Huellas, una serie de esculturas donde utiliza los recursos del arte povera y el posminimalismo. Marta María, con Vidente, de nueve fotografías en blanco y negro (serie Travesía) y seis videos centra su atención en la relación entre el mundo material y espiritual y su inquietud permanente respecto a la identidad.
El fotógrafo Iván Soca dobló en las salas de la Casa del Alba con las exposiciones Barrios y Van Van XLII. Una fue el resumen gráfico de la primera parte de una gira por La Habana del cantautor Silvio Rodríguez con conciertos al aire libre; la otra, un homenaje al aniversario de la orquesta de música popular más emblemática de Cuba.
VI
Al mundo de la fotografía pertenece precisamente el Premio Nacional de Artes Plásticas 2011, Ernesto Fernández, cronista de la Revolución Cubana desde los años 60. Este, el segundo Premio Nacional que se otorga a un fotógrafo (el primero fue Raúl Corrales), reconoce su trayectoria de 14 exposiciones personales y su trabajo para publicaciones periódicas ofreciendo instantáneas clave dentro de la iconografía del proceso cubano.
“Soldado”, Ernesto Fernández
El Premio Nacional de Diseño fue conferido esta vez a Héctor Villaverde Afú, por su dedicación al desarrollo, la promoción del diseño y la docencia y los resultados alcanzados en Cuba y el extranjero. Villaverde destaca por su colaboración con las revistas Mella, Revolución y Cultura, Cuba, Prismas y Unión y por los más de 300 libros diseñados entre 1977 y 1999 con la casa editorial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Coincidentemente, este año falleció Eladio Rivadulla, Premio Nacional del pasado 2010. La UNEAC, por su parte, otorgó el Premio de Diseño Gráfico Eduardo Muñoz Bachs a Francisco Masvidal, destacado por más de cuatro décadas en la rama del diseño editorial.
Premio de Diseño Gráfico Eduardo Muñoz Bachs a Francisco Masvidal
En junio el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam y el Fondo Cultural del ALBA, dieron a conocer el veredicto sobre el Premio de Crítica y Teoría del Arte 2011. En esta primera edición el jurado internacional integrado por prestigiosos investigadores de la materia en Latinoamérica y el Caribe como Tadeu Chiarelli (Brasil), Yolanda Wood Pujols (Cuba), Lenin Oña Viteri (Ecuador) e Isabel Huizi Castillo (Venezuela), dejó desierto el primer premio y otorgó una única mención al trabajo “Artistas latinoamericanas: un recorrido de diálogos conceptuales”, de la argentina María Eugenia Corvalán.
Los premios de Crítica de Arte, Guy Pérez Cisneros, y de Curaduría 2011, que otorga el Consejo Nacional de las Artes Plásticas, fueron entregados a “50 años de Arte Monumental en Cuba (1959-2009). Paradigmas y pautas de un proceso de renovación”, de María de los Ángeles Pereira y “El cuarto cuerpo o el cuerpo perdido del arte cubano”, de Rafael Acosta de Arriba en la categoría de ensayo; fue “Adonis Flores. La paranoia como culto al vacío”, de Elvia Rosa Castro, en el apartado de reseña; “Memorial”, de Adonis Flores, en exposición personal; y El extremo de la bala. Una década de arte cubano, de Rewell Altunaga, en exposición colectiva.
VII
Las publicaciones sobre arte también constituyeron mementos importantes dentro de la plástica en estos últimos 12 meses. Contra la toxina, con edición del Centro Juan Marinello, recoge trabajos críticos del joven Píter Ortega en lo que se puede considerar una parábola abarcadora por las exposiciones y la obra de los artistas que dan color a la actualidad en Cuba.
Abela de lo real a lo imaginario. Obras escogidas, presentado en el Museo Nacional de Bellas Artes por la Fundación Arte Cubano, reproduce con mucho cuidado un vasto patrimonio de obras del artista guardadas por diferentes colecciones, dos ensayos del museólogo Roberto Cobas y la historiadora del arte Yolanda Wood, así como una cronología de la vida y obra del autor.
El profesor Jorge Bermúdez sacó a la luz su Antología visual Lezama, con motivo del centenario del poeta y escritor, y Conrado W. Massaguer. República y Vanguardia, un libro que hace justicia con la memoria del dibujante cubano.
VIII
Los eventos nacionales e internacionales marcan, como es habitual, señala paradas decisivas en el rumbo de la plástica. La recién concluida Feria Internacional de Artesanía, en su décimo aniversario, estuvo dedicada a la provincia Camagüey y se destacó por una mayor calidad de las muestras y la curaduría.
El Salón y Coloquio de Arte Digital, organizado por el Centro Pablo de la Torriente Brau, celebró su XI edición con 113 obras impresas y 51 audiovisuales en concurso, una convocatoria mucho más representativa y madura que alcanzada en la convocatoria número diez del evento.
Subasta Habana, presentó a su vez 110 obras de 44 artistas cubanos de la década de 1920 a la actualidad, provenientes de colecciones privadas. Entre las piezas, valoradas en 1,2 millones de dólares, se destacaron: “Guitarrista”, óleo de Mario Carreño, de 1945; “Meditación en la cascada del río azul”, de 1996, de Tomás Sánchez; “Brujo”, de 1945, de Portocarrero; “S/T”, de 1963, de Raúl Martínez, y “Gran huevo”, de 2011, de Roberto Fabelo.
El 2011 concluye con la convocatoria y la gestación de uno de los sucesos fundamentales para la plástica en Cuba, la 11na Bienal de La Habana, que en el próximo año se dedicará a las relaciones entre las producciones visuales y el imaginario social.