El ajo nace en el antiguo Turkestán (límite entre China, Afganistán e Irán. Los sumerios y los pueblos de la Mesopotamia ya reconocían sus poderes curativos. El Codex Ebres, un papiro médico que data del 1550 A.C contiene 22 menciones sobre el ajo y su aplicación en el control de las enfermedades del corazón, las mordeduras, los parásitos intestinales y los tumores.
Contienen los siguientes nutrientes: hierro, proteínas, calcio, fibra, potasio, yodo, zinc, carbohidratos, magnesio, sodio, vitamina A, vitamina B1, vitamina B2, vitamina B3, vitamina B5, vitamina B6, vitamina B9, vitamina C, vitamina E, vitamina k, fósforo, 119 kcal, grasa y azúcar.
Beneficios para los pacientes con enfermedades reumáticas:
La inflamación es un mecanismo fisiopatológico básico, la magnitud de la respuesta inflamatoria es crucial y por otro lado una excesiva respuesta inflamatoria causa morbilidad y mortalidad en enfermedades tales como, arteriosclerosis, tromboembolismo, enfermedad arterial coronaria, cerebral y periférica, siendo estas complicaciones las que con más frecuencia se ven en las enfermedades reumáticas. Por lo que los citados beneficios del ajo pueden contribuir a la prevención de las complicaciones.
1- Efecto analgésico y antiinflamatorio: Tiene 4 componentes antiinflamatorios poderosos encargados de suprimir la producción de dos componentes que contribuyen con la inflamación- El Óxido Nítrico y la Prostaglandina.
2- Contiene compuestos a base de azufre que ayudan en el proceso de reparación de los huesos, cartílagos y el tejido conectivo, siendo protector de la osteoporosis.
3– Actividad antioxidante. Eficaz para inhibir la formación de radicales libres y como consecuencia disminuye el proceso inflamatorio. Se sugiere que el efecto antioxidante es dependiente de la dosis y el tiempo.
4–Actividad antihipertensiva: El efecto hipotensor del ajo, se debe a su efecto vasodilatador
5- Protector hepático.
6- Efecto antianémico
7- Actividad hipolipemiante y antiaterogénica porque disminuye los valores del colesterol total y del LDL.
8- Actividad antiagregante y fibrinolítica: El ajo contiene más de un inhibidor de la agregación y de la liberación plaquetaria.
9–Actividad antimicrobiana y anti fúngica: Se ha demostrado su actividad frente a la Cándida Albicans y otros hongos.
10- Actividad anticarcinogénica y antitumorogénica. Ejerce un efecto protector que reduce la incidencia de determinados tipos de cánceres, como el gástrico, colon rectal, de mama y cervical o de cuello del útero.
11-Antiespasmódica: Ayuda a disminuir los espasmos musculares de los intestinos.
Preparados farmacéuticos del ajo:
– Droga cruda. Son los dientes extraídos del bulbo de la planta. Se recomienda un diente de ajo al día, machacado y pelado.
– Tintura al 20 %. Se administran 20 gotas diluidas en 125 ml de agua (medio vaso), 2 o 3 veces al día.
– Extracto envejecido de ajo (AGE).
– Aceite de ajo (esencia de ajo).
– Cápsula (el contenido puede ser en polvo u oleoso). En el caso de la cápsula oleosa es el producto obtenido por maceración de ajo machacado en aceite vegetal que posteriormente se encapsula. Dosis: 1 cápsula de 250 mg cada 8 h.
– Jarabe al 10 %. Tintura del ajo al 20 % en 100 ml. Se administra de 1 a 3 cucharadas de 4 a 5 ml al día.
Ahora bien, siempre debemos tener en cuenta las posibles contraindicaciones del ajo como son.
– Personas hipersensibles.
– Pacientes con trastornos de la coagulación por favorecer la aparición de hemorragias.
– Está contraindicado en el hipertiroidismo y la úlcera gastroduodenal.
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