La chía es nativa del centro de México hasta Guatemala y Nicaragua por el sur, donde sobrevive en forma natural en zonas montañosas. Jalisco, México es la zona de mayor producción de chía que se exporta a Japón, Europa China entre otros.
Las semillas de chía son consideradas fuente natural de ácidos grasos omega 3 y omega 6, antioxidantes, proteínas, vitaminas, minerales y fibra dietética. En su composición nutricional se destacan los siguientes porcentajes: Proteínas: 20% de su peso, fibra: 25%, lípidos: 34%, de los cuales el 70% corresponde a ácidos grasos insaturados. Todos estos componentes ofrecen invaluables beneficios para la salud en especial para los pacientes con enfermedades reumáticas.
Los ácidos grasos Omega-3 son importantes por sus grandes efectos nutricionales, además dan origen a ciertas prostaglandinas, leucotrienos y tromboxano con actividad antiinflamatoria, anticoagulante, acción de vital importancia en las enfermedades reumáticas puesto que alivia el dolor y desinflama las articulaciones, síntomas comunes en las mismas.
La ingestión de chía aporta vitaminas del complejo B (B1, B2, B3, B6, B8), vitamina E y A e igualmente contiene minerales como: cobre, boro, selenio, zinc, hierro, potasio, magnesio, fósforo y calcio, quienes restablecen la salud celular y favorecen el metabolismo del cartílago articular.
Su contenido en vitamina E, le confiere propiedades antioxidantes promoviendo la eliminación de sustancias que desequilibran los procesos inflamatorios en el organismo, elimina los efectos dañinos de los radicales libres. Entre sus múltiples funciones se encuentra la colaboración en la oxigenación de todos los tejidos, protege a otras vitaminas como las del complejo B y C, se opone a la formación de peligrosos trombos, favorece la formación de colesterol bueno, ayuda a bajar la presión sanguínea elevada, protege al organismo de los efectos nocivos de contaminantes, mejora nuestra capacidad de defensa frente a infecciones, aumenta la resistencia física y previene la fatiga.
El zinc y el cobre son dos minerales esenciales que estimulan la producción de colágeno y el correcto funcionamiento de las articulaciones. El cobre es vital para mantener el buen estado los tendones, ligamentos y tejidos que protegen las articulaciones. Por su parte el Zinc actúa en la restauración y mantenimiento de los mismos.
Una de las propiedades más reconocidas de la chía, son sus propiedades hipolipemiantes porque ayuda a mejorar los niveles de colesterol en sangre, regula los triglicéridos, factores que ensombrecen el pronóstico de las enfermedades reumáticas, también su utilidad está dada por sus propiedades antinflamatorias a nivel articular y muscular, igualmente es beneficiosa para el Alzheimer, el déficit de atención, asma, bipolaridad, estrés, depresión y las inflamaciones intestinales.
Otro beneficio muy importante de la chía es que su consumo mejora la formación del bolo fecal, adecúa la evacuación de las heces, ayudando a controlar el estreñimiento, la obesidad y el cáncer de colon por poseer un contenido equilibrado de fibra soluble e insoluble sin gluten.
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