Uno de los proyectos que para mi tiene más proyección, de los que visité en la reciente Vinum Nature, feria de vinos ecológicos y naturales celebrada en Barcelona, fue este de As Furnias. En un rincón del salón, como no queriendo llamar la atención, pero demostrando que se está abriendo paso en el mundo del vino con unas ideas muy claras, estaba Juan González Arjona.
Juan es un chico joven, algo tímido incluso, que se transforma cuando habla de su vino, cuando le preguntas con interés por las técnicas usadas, por sus parcelas, en definitiva, por sus vinos.
As Furnas es una empresa familiar, donde colaboran los amigos, donde en 2010 empezaron a plantar cepas de variedades autóctonas que esperan poder vinificar en 2015-2016, y que de momento ha comenzado eligiendo uva de 3 pequeños productores de la zona, una zona de suelos graníticos, donde no se labra, donde la cubierta vegetal de las viñas hace su trabajo de fortalecer las cepas, de someterlas a estrés para que den su mejor fruto. No los busquéis en ninguna DO, son libres, están en Crecente, al sur de Galicia, zona de larga historia vinculada al vino.
Su filosofía de elaboración: saber escuchar, dejar actuar al tiempo, y reflejar el año y la tierra en el vino, a través de la uva. Selecciona manualmente, vinifica con los raspones más maduros, que además de aportar taninos de manera natural, ayudan en el drenaje del vino, usa prensas manuales, fermenta con las propias levaduras de la uva. El vino se estabiliza por el frío del invierno, y al final del proceso, realiza una clarificación con huevo, que precipita a los 10 días al fondo del depósito, y no añade nada, salvo el sulfuroso necesario para la conservación.
De momento solo ha elaborado 3 añadas de su vino, unas 2.000 botellas por año, aunque el proyecto está preparado para poder producir hasta 20.000. Eso sí, como dice Juan, siempre manteniendo el precio, porque, en sus propias palabras, hace el vino que puedan comprar sus amigos. Solo utiliza variedades autóctonas, Brancellao, Caiño Longo, Sousón y Espadeiro, variando poco el coupage de año a año. As Furnias 2010: utiliza un 50% de raspón, y cría el vino un 50% en madera, y un 50% en inox. Tiene un toque especiado, notas de fruta roja, floral, incluso un punto rústico, que le dotan de gran personalidad. Es la primera añada, y ya apunta muy buenas maneras. As Furnias 2011: año muy seco, las viñas han sufrido un gran estrés hídrico, sólo utiliza un 15% de raspón, y el vino no pasa por barrica. Tiene un intenso color picota, y nos enseña toda la fruta en nariz, fruta negra, flores, un toque a hierbas. Ligero con volumen, es fresco, intenso, buena acidez, con un retrogusto algo amargo que le da un toque distintivo. Para mí, a falta de que el 2012 termine de redondearse, el mejor de los tres. As Furnias 2012: un 40% de raspón, y el vino no tiene paso por madera. Lo que probamos era directamente una muestra del depósito. Ya apunta, fruta, especias, el mismo toque gallego, hierbas, y ese retrogusto amargo, bien conseguido y nada molesto. Los taninos todavía están presentes, pero una buena acidez le augura un largo recorrido.De nuevo un proyecto joven e interesante dentro del mundo del vino, cuenta con nuestro total apoyo, Juan se lo merece, con esa filosofía y esa actitud.