Revista Cultura y Ocio

Así empieza lo malo. Javier Marías

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Así empieza lo malo. Javier Marías
     "No hace demasiado tiempo que ocurrió aquella historia -menos de lo que suele durar una vida, y qué poco es una vida, una vez terminada y cuando ya se puede contar en unas cuantas frases y sólo deja en la memoria cenizas que se desprenden a la menor sacudida y vuelan a la menos ráfaga-, y sin embargo hoy sería imposible. Me refiero sobre todo a lo que les pasó a ellos, a Eduardo Muriel y su mujer, Beatriz Noguera, cuando eran jóvenes, y no tanto a lo que me pasó a mí con ellos cuando yo era el joven y su matrimonio una larga en indisoluble desdicha."
     Javier Marías es uno de esos autores que se reconocen a la primera frase. Tanto en prensa como en sus libros somos capaces de reconocerlo al vuelo, y es precisamente este motivo el que provoca que tenga tantos lectores fieles como hastiados. Pertenezco a los primeros. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Así empieza lo malo.
     Conocemos al joven De Vere, cuando ya no es tan joven pero está rememorando como narrador los años ochenta en los que contaba con poco más de veinte. Trabaja en ese momento para el director de cine Eduardo Muriel y su esposa, Beatriz Noguera, y pasa la mayor parte de las noches en su casa.  Con la distancia y la madurez otorgados por los años nos hace un retrato de la época, de la familia para la que trabaja  y la terriblemente deteriorada relación entre este matrimonio debido a algo imperdonable ya sucedido. Y también nos cuenta el curioso encargo recibido por su entonces jefe: vigilar al doctor Van Vechten, amigo de la familia, para descubrir sus conductas más personales.
     Con esta excusa, Marías recupera su voz narrativa habitual, su primera persona reflexiva, para hablarnos de los cambios de una época, retratando una sociedad que hacía tiempo los demandaba sin saberlo. Nos hablará de las consecuencias de una guerra, de quienes sufrieron abusos, del rencor, el perdón... Ya lo ha dicho el autor en alguna entrevista, el perdón en uno de los temas recurrentes de esta novela. Algo ha sucedido que Muriel no perdona, mientras se debate sobre si sería bueno saber más sobre un amigo de la familia pensando ya en perdonarlo en caso de necesidad. Y pasea a De Veré por las calles y la noche madrileña, se convierte en testigo, detective, pero no en juez de causa, asume su condición a tiempo ya pasado, de joven "a medio hacer" que observa todo lo que le rodea intentando encajarlo.
     Con sus frases largas y esos párrafos que tanto gustan al aficionado a su prosa en los que se disfruta de la reflexión privada mientras la acción de la novela se mantiene en suspenso, el autor nos habla también de verdades y secretos; de decisiones. Toca lo que ya vienen siendo temas recurrentes en una historia de ficción por la que se pasean hechos y personajes reales junto a alguno ya casi habitual. Si el perdón es la duda, la verdad, la mentira y la necesidad y las consecuencias de saber son los detonantes de una historia que tiene mucho de íntimo. Tanto, que comprendo la elección del cuadro de Balthus para ilustrar la cubierta.
Se extiende Javier, quizás incluso más de la cuenta, pero también es cierto que encontramos más movimiento que en su anterior obra, más acción, incluso sexo. Y, por supuesto, nos encontramos con un tono y unas formas habituales que reconfortan a quienes gustan de sus letras.
     He disfrutado con la lectura de Así empieza lo malo, me han gustado sus personajes a quienes creo que puedo afirmar, he llegado a conocer hasta sus rincones más privados.
     Y vosotros, ¿hay autores que os gustan además de por sus historias, por el modo en que se expresan en sus libros?
     Gracias

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