Así jugó Steven Gerrard frente al Manchester City cuando entró con el partido 2 a 0 abajo a los 10 minutos del segundo tiempo.
Observen la movilidad y el buen destino que le da a la pelota Gerrard que sólo erró en dos centros que le salieron muy cortos. Se ubicó en la mitad de la cancha, encaró al jugador amonestado del Manchester para cargarlo de faltas que luego decantaron en la expulsión.
El Liverpool no pudo convertir las chances de gol que tuvo, que no fueron muchas y que llegaron a partir del ingreso de Gerrard y de Maxi Rodríguez. La debilidad en la marca de los defensores rojos no pudieron salvar las únicas dos veces que llegó el Manchester en todo el partido. Y un error del árbitro que marcó penal en una jugada dudosa dentro del área del Liverpool. Esos fueron los factores que determinaron el resultado favorable para los celestes.
El Liverpool fue más en la iniciativa y en el manejo de la pelota, pero no le alcanzó.