Así serían las Olimpiados dirigidas por...

Parece que su particular versión teatral de "Frankenstein", nos ha devuelto, por fin, al primigenio Danny Boyle, un Boyle que esta vez no puede escapar del decorado a través de recurrentes flashbacks ni tampoco avasallar mediante su ya inconfundible (y extenuado) barroquismo audiovisual que tanto ha caracterizado sus sobrevaloradas "Slumdog Millionaire", "127 horas", y que aprovechando la ocasión, también podría llevar al extremo en la ceremonia que él mismo dirige y que inaugurará las Olimpiadas en Londres. Si lo hará en plan "Frankenstein" (dudemos que suene Underworld) o en plan "Slumdog" (teniendo en cuenta que Daniel Craig hará de James Bond...) queda por ver. El viernes saldremos de dudas, mientras, The Guardian le ha puesto humor a la espera imaginándose como sería la ceremonia dirigida por nombres tan dispares como los Tony Scott, Andrea Arnold, Guy Ritchie, Christopher Nolan o Ken Loach.

No podíamos hacernos eco de mejor noticia a escasos cinco días de encender la definitiva antorcha que inaugure los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Danny Boylerevelaba hace cosa de un mes sus planes para la ceremonia de inauguración que el mismo se encargará de dirigir y que, según parece, también contará con la presencia de Daniel Craig en la piel de James Bond. Pero ellos no serán los únicos en representar al cine británico en el olimpo del deporte mundial. Nombres mucho más estimulantes como los de Mike Leigh, Lynne Ramsay o Asif Kapadia, también ocuparán la pole de la actualidad deportiva con los cortometrajes olímpicos que todos ellos han rodado para también encumbrar Londres 2012 en el mundo del celuloide. Al igual que hoy ocupan nuestra pole las tronchantes divagaciones con las que The Guardian nos ha obsequiado acerca de como sería la ceremonia si fuera dirigida por...

TONY SCOTT

Una ensordecedora banda sonora gangsta-rap retumba a través de los super-altavoces del estadio al mismo tiempo que los fuegos artificiales explotan arbitrariamente en todas las direcciones. La noticia estalla: un teleférico lleno de explosivos se acerca hacia el estadio Olímpico a la velocidad de la luz dispuesto a llevarse por delante todo aquel, y todo aquello, que se encuentre en su interior y alrededores, incluyendo miles de personas además del McDonald’s más grande del mundo y el duque de Edimburgo. La responsabilidad de frenar semejante masacre recae sobre el rudo y polémico ciclistaChris Hoy (¿en plan Denzel, o mejor, ¿Bruce?) y el valiente joven nadador Tom Daley(¿rollo Ethan Hawke o Edward Norton?), forzando a la extraña pareja a limar asperezas para brindar a Londres una oportunidad deportiva de supervivencia.

CHRISTOPHeR NOLAN

El bien choca con el mal, la oscuridad se cruza con la luz, y el asfalto arremete contra el campo abierto, en la última y abiertamente simbólica, exploración de la dualidad del hombre a cargo del obstinado director de “Origen”. Bajo la luz de inmensos focos y monumentales máquinas de lluvia, el campeón de taekwondo Aaron Cook –polémicamente excluido del equipo olímpico el pasado año- se ve envuelto en una épica lucha con sus propios demonios interiores y los hombres de negro de la British Olympic Association. El fatídico desenlace del show incluye una conmovedora alusión a los atentados del 7/7, que los críticos saludan indistintamente como "oportuna" y"altamente sensible".

GUY RITCHIE

Habiendo aceptado el trabajo debido a un sentido del deber más que cualquier deseo real de celebrar la excelencia del deporte nacional, el saqueador de Sherlock Holmes (y apologista de “Barridos por la marea”) ‘ataca’ con un enfoque marcadamente informal. Popularizando su ceremonia inaugural con nombres exclusivamente provinientes de su agenda personal, recicla el guión del show con su propio estilo, haciendo suyos los personajes y diálogos de su opus del 2005, “Revolver” (a partir de septiembre, en filmin), seguro de que los pocos que han visto la película serán incapaces de recordarla. En la conclusión del show, un vendedor de fruta ambulante y  compañero de East Enden la piel de Robert Downey Jr.  es bienvenido con un backslap ceremonial de 15 minutos.

ANDREA ARNOLD

Por más que los principales medios y tabloides nacionales arremetieran contra el innecesario coste que conlleva manufacturar 80.00 pares de gafas especiales que permitan a la audiencia disfrutar, en toda su esencia, de su creación en un formato utilizado como antesala del cine de Hollywood de los 50’ (aspect ratio 4:3), la 'directora de la función' fue insistente. Y ahora, que la multitud contempla el escenario impregnado de un inquebrantable realismo social que se desarrolla en un pequeño rincón del enorme estadio, se dan cuenta que un campo de visión tan estrecho incrementa significativamente el poderío dramático de la actuación. Incluso las ondas expansivas que envuelven todo el estadio cuando la niña de oro británica, Jessica Ennis, cataloga a sus compañeros atletas como "un montón decabrones", mientras interpreta unstreetdance expresivo, pierde su protagonismo a merced de la indiscutible integridad artística del proyecto.

KEN LOACH

Después de recorrer el largo y ancho de todas las islas británicas en busca de los más brillantes genios de la música, la danza, el cine y las artes escénicas, Redder Ken planifica una de las ceremonias inaugurales más grandes de la historia olímpica, un espectáculo dinámico, exuberante y en movimiento que, sin lugar a dudas, encapsula perfectamente la Gran Bretaña moderna en media hora de brillantez teatral. Lamentablemente, en contra de los expresos deseos de los funcionarios olímpicos, Loach opta por dotar al estadio con un equipo compuesto de un único foco de iluminación y un solo micrófono amplificado, los cuales no tienen un objetivo espectacular, sino más bien, protestar contra la ocupación Israelí en Medio Oriente.