La reflexión siempre es buena. Mirar la vida, sus entresijos y todo aquello que la rodea también lo es. Y Los Ilusos lo hace. Lo hace a través del cine. Después de Todas las Canciones Hablan de Mí, de 2010, Jonás Trueba presenta su segundo largometraje. Este trabajo vuelve a tener Madrid como telón de fondo, ciudad a la que el blanco y negro le sienta magníficamente bien al retratar sus rincones, sus calles y su magia. La historia contada, algo intermitente a lo largo de la hora y media de filme, reflexiona sobre el cine y sus momentos.
Jonás Trueba realiza un doble juego: la narración visual y la narración argumental. El uso de reflejos es constante, por lo que el espectador presencia dos realidades en una. El director juguetea con el cine y el hacer cine, narra el contenido mientras explica la forma. En fin, provoca una oda al metacine. Además, los planos explícitos sobre el rodaje de la película se suceden tanto como la presencia de Francesco Carril, que viste muy bien en su primer largo.
Tendrá seguidores y detractores, pero Los Ilusos busca un cine diferente, atrevido y original. Por momentos se enreda y se pierde, pero en otros apasiona. Homenajea al celuloide como nadie. Lo quiere, lo anuncia y lo repite. La veneración toma dimensiones tan grandes porque la película, en su forma de ser grabada y relatada, se convierte en un brindis interminable por el séptimo arte, al que observa desde dentro y desde fuera.
Rompe con lo establecido y provoca al espectador, quien se pregunta constantemente si lo que está viendo es cine. Lo es. Porque cuenta los enredos de un director de películas que vive un momento intermedio, con ideas confusas e inciertas pero con la viva ilusión e intención de volver a filmar un largometraje. Porque a través de sus vivencias, de sus charlas, de sus sopas, de sus comidas en el chino, de sus libros, mantiene esa relación de amor infinito por lo que más le gusta hacer. El suicidio es la entrega absoluta hacia un cine donde está todo hecho pero donde aún queda todo por hacer. Los Ilusos abre más la puerta para buscar a todos aquellos ilusos que buscan y no encuentran, y que vuelven a buscar y encuentran.
Podéis disfrutarla hasta el 22 de abril dentro del #AtlántidaFilmFest aquí. Más de 30 películas por sólo 20 euros.