Los que dicen que esta historia recuerda a las del maestro Alfred no sé en qué estaban pensando o cuanto les han pagado para decir semejante chorrada, claro que chorradas hay muchas, tal vez demasiadas y a mí ninguna me ha hecho reir, eso sí la hora y poco se me pasó enseguida.
La pena es que pobrezas como esta se sigan estrenando y comedias tan poco brillantes como esta de factoría nacional se queden en un cajón esperando su oportunidad.