Revista Espiritualidad

Autores del #LibroEspiritualidadyPolitica: Ken Wilber

Por Cristobalcervantes @Espiritualidad
Autores del #LibroEspiritualidadyPolitica: Ken Wilber
Presentamos a un nuevo autor del libro Espiritualidad y Política (Ed. Kairós) que saldrá en pocos días. Ya hemos presentado el libro  y diez de los 20 autores. María Elena Ferrer, Federico Mayorz Zaragoza, Koldo Aldai, Pablo de la Iglesia, Antoní Gutiérrez-Rubí, Benjamín Forcano, Fracisco Traver, Raquel Torrent, Joan Melé y Andrés Schuschny, presentamos ahora a Ken Wilber, nos quedan por presentar Leonardo Boff, Ervin Lazslo, Tariq Ramadan, Jordi Pigem, Vicente Merlo, Miguel Aguado, Marià Corbí, Ángeles Román y Dokushô Villalba.
Ken Wilber es uno de los más influyentes pensadores de Estados Unidos, y una de las más intrigantes figuras que ha dado la intelectualidad de dicho país en los últimos años. Autor prolífico, es considerado el principal estudioso de la conciencia, la psicología transpersonal y el enfoque integral. Sintetizando las grandes tradiciones psicológicas, filosóficas y espirituales que constituyen la “sabiduría perenne”, Wilber cuenta con una amplia bibliografía: Breve historia de todas las cosas, La conciencia sin fronteras, Un Dios sociable o Los tres ojos del conocimiento son algunos de sus títulos publicados por Kairós (kenwilber.com). Más información en Wikipedia.
Reproducimos a continuación unos párrafos de su capítulo en el libro que ha titulado: "Espiritualidad y Política para el siglo XXI”:
Autores del #LibroEspiritualidadyPolitica: Ken Wilber "Para empezar, el primer tema espinoso podía ser el cómo vamos a definir “espiritualidad” y “política”. La mayoría de las democracias fueron establecidas a lo largo de los principios de “libertad, igualdad y fraternidad”. Esto no sólo significa libertad frente a las monarquías absolutistas sino también frente a la Iglesia y las jerarquías de poder. El grito de guerra de Voltaire , que se convirtió en el de la Ilustración, fue “Aplastad la infamia!, - las crueldades impuestas por las autoridades religiosas en el nombre de Dios, que se habían extendido desde la Inquisición a la asamblea de obispos a la misma santificación de poder real, con el rey siendo ungido como el gobernador de Dios en la tierra. Por lo tanto, cualesquiera que sean nuestras políticas, mantengámoslas libres de ese tipo de coerción. En Norteamérica esto fue institucionalizado como “separación de iglesia y estado ”, lo que significó, a la manera del liberalismo clásico, que el estado no promocionaría ninguna visión particular de la religión o de la forma de vivir recta y buena. En la esfera privada, uno puede creer lo que uno desee; en la pública, sin embargo, mantén tu religión para ti mismo.
Está claro que hay razones importantes por las que la religión y la espiritualidad de cada uno deben ser mantenidas fuera de la política. La política, en parte, es el estudio de los tipos de poder que un estado puede utilizar legítimamente sobre sus ciudadanos, y todas las democracias modernas han estado de acuerdo en que, no importa lo que el estado haga o deje de hacer en otros asuntos, no puede imponer una creencia religiosa o espiritual ni un comportamiento determinado a sus ciudadanos.
Doy por hecho que toda discusión iluminadora sobre el tema del espíritu y la política acepta implícita o explícitamente esa afirmación general, lo que llamaré “la plataforma liberal”. Con esto no quiero decir que respalde todos los aspectos del liberalismo clásico (Milton, Locke, Voltaire, Jefferson); estoy simplemente indicando que, para aquellos teóricos de la política que comprensiblemente se sienten alarmados cuando oyen a cualquiera hablar de cómo integrar la espiritualidad en la política, no se sugiere, o incluso implica, que una determinada colección de valores o comportamientos espirituales puede ser impuesta por el estado a ningunos de sus miembros. Así, todas las exposiciones que siguen a continuación sobre “espiritualidad y política” proceden de la plataforma liberal. Esto no quiere decir que las aportaciones deban adherirse al liberalismo en sí, sino sencillamente que cualquier aportación ofrecida al mundo moderno necesita ser post-liberal, no pre-liberal."
Enlace a todos los artículos en el blog sobre el libro Espiritualidad y Política

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