Revista Coaching

Autorrealización: ¿para qué necesitamos realizarnos?

Por Maria Mikhailova @mashamikhailova

Llega un momento en la vida en el que te planteas muchas cosas. Crisis de los 30, 40, 50... O simplemente crisis sutiles a las que muchos nos enfrentamos en nuestro día a día.

Así es la vida del ser humano: etapas, cambios, retos, dificultades, momentos duros y muy duros (enfermedades, pérdida de un ser querido, quedarse sin trabajo de la noche a la mañana, perder tu casa, etc.)

Aunque la crisis, etimológicamente, no es más que cambio o transformación: pasar de lo viejo a lo nuevo. Yo siempre he sido defensora de las crisis y de esa necesidad que tenemos como seres humanos para crecer.

Es casi siempre en medio de una crisis cuando empezamos a plantearnos nuestra vida: ¿qué estoy haciendo bien?, ¿qué hago mal?, ¿qué puedo mejorar?, ¿cómo puedo lograr mejores resultados?, ¿qué camino debo tomar?

Puede tratarse de una crisis personal, profesional, familiar, de pareja... Según el coaching estratégico, estaríamos ante un tipo de problema llamado problema de calidad.

Problemas de calidad

Un problema de calidad es un buen problema, un problema que merece tener. Se trata de una situación que implica dos cosas a la vez: crecimiento y riesgo. Por eso el miedo suele estar muy presente en este tipo de problemas, pues ponemos en el asador algo muy importante para nosotros: crecer como personas. Pero no tenemos la certeza absoluta de conseguir lo que queremos, pues no depende enteramente de nosotros.

Ejemplos de problemas de calidad: cambiar de trabajo, dejar un trabajo, iniciar un nuevo proyecto, separarse o unir tu vida a otra persona, mudarte de ciudad o país, comenzar un negocio, etc.

Como ves son problemas importantes, son situaciones que no están totalmente bajo tu control, hay otras personas o circunstancias involucradas. Nadie puede garantizarte que yéndote a otro país te irá genial, que tu negocio funcione o que al separarte o casarte con esa persona tu vida será tal como te lo planteas.

Sin embargo, al implicar un beneficio muy grande para tu crecimiento, te seducen y si lo que deseas es lo suficientemente importante para ti, es bastante probable que te atrevas a dar el paso. O no.

En mi vida adulta he tenido que tomar muchas decisiones de calidad, como te habrá pasado a ti seguramente. Una de las más importantes fue decidir qué carrera estudiaría. Tenía 18 años, era apenas una niña a nivel emocional y por supuesto no pude valorar el alcance de una decisión tan importante como ésta. Escogí una profesión "segura", por miedo a quedarme en paro, pues pensaba que esto era exactamente lo que me pasaría si me guiaba por intuición y estudiaba algo vocacional.

Otra de las decisiones importantes que tomé fue dejar mi empresa en la que llevaba más de 7 años trabajando y mudarme a otro país (Alemania). Era una situación de alto riesgo, por eso pedí una excedencia de un año, por si me iban mal las cosas en el extranjero. También es verdad que me fui con un trabajo en prácticas, de modo que tenía cierta seguridad económica (aunque bastante escasa).

Ésta fue una de las decisiones más importantes en mi vida. La siguiente llegó dos años después, cuando volví a mudarme de país, esta vez a Holanda. No encontraba trabajo por cuenta ajena y no me sentía nada motivada para trabajar para otros de cualquier cosa, con el mero propósito de sobrevivir, por lo que abrí mi blog y decidí que emprendería de algo que me llenara realmente. Dejé de buscar trabajo y me enfoqué en buscar mi propia vocación.

Tardé unos meses en encontrar la respuesta: horas de lectura de libros, blogs, conferencias y vídeos... Barajé la posibilidad de dedicarme a la escritura, pues ésta siempre ha sido mi pasión desde que era niña. Pero finalmente encontré mi propósito: ayudar a otras personas.

Aún no sabía exactamente cómo lo haría: si a través del Reiki, terapias alternativas, Mindfulness, PNL o Coaching. Me formé en varias disciplinas y finalmente me decanté por el coaching, porque reunía precisamente mis mejores cualidades y mi pasión: ayudar a otros a través de la conversación, la comunicación y la escritura, todo ello centralizado en un blog.

En este vídeo promocional de mi curso, cuento brevemente cómo me sentía antes de dar el paso para autorrealizarme:

Y por supuesto yo no soy el único ejemplo de personas que se han reinventado, buscando su pasión y su autorrealización. En mi sección de entrevistas a personas que han reinventado su vida tienes más de 20 ejemplos de gente valiente, que en medio de una crisis o por una necesidad vital, decidieron romper con su vida de antes y se atrevieron a dedicarse a su verdadera pasión.

Qué es la autorrealización

¿Pero qué entendemos por autorrrealización? No hay una definición única, por eso quiero ofrecerte la que yo comprendo que es la autorrealización. Si tienes otra idea acerca de ello, me encantaría que la compartieras en los comentarios de este artículo.

La realización personal muchas veces se asocia con la plenitud o felicidad. Es la última necesidad de la famosa pirámide de Maslow, la necesidad más elevada, que va más allá de uno mismo, y a través de la cual puedes crecer en todos los sentidos y contribuir al mundo. La autorrealización es una manera de vivir tu vida con significado, de sentir que lo que haces tiene sentido, aporta valor, es una forma de dejar huella, de ir más allá de tus propias necesidades y aportar tu granito de arena para crear un mundo mejor.

Suena demasiado bonito para ser verdad, ¿no? Pues créeme que conozco a muchas personas viviendo en su día a día esta emoción, y me considero una privilegiada por formar parte de este grupo de gente.

Realización y Valores

Y es que la realidad muchas veces nos muestra lo contrario. Seguro que conoces a no pocas personas (probablemente muchas) que no llevan una vida plena: odian su trabajo, se quejan constantemente, se sienten víctimas de sus circunstancias, culpan a otros de su malestar, saben que no viven bien pero no hacen nada por mejorar sus vidas, descuidan su salud, viven enganchadas a relaciones tóxicas o a vicios emocionales, aplazan continuamente sus verdaderas metas, viven autoengañadas y se dejan manipular por los medios de comunicación...

No es mi intención juzgar a esas personas. Es más, yo también en no pocas ocasiones me encuentro en ese otro lado. Somos seres humanos, al fin y al cabo, y nadie puede tener una vida perfecta las 24 horas del día.

La pregunta aquí es: ¿por qué nos comportamos así muchas veces?, ¿qué nos impide realizarnos y vivir plenamente?

La respuesta tiene mucho que ver con conocer nuestros valores. Saber qué es importante para cada uno de nosotros, por qué lucharíamos, qué nos da plenitud, felicidad y sentido a nuestra vida.

Porque no hay un sólo camino. Decir que para autorrealizarte debes tener un trabajo que te apasione sería muy limitado. Hay tantos caminos como personas en el mundo. Tal vez tu realización personal esté en tu ámbito familiar o en un deporte, un hobby, o en una actividad altruista como voluntariado que realizas en tu tiempo libre.

Entonces, ¿para qué necesitamos realizarnos?

El problema es que si no llenamos nuestra vida de ese sentido, sentiremos un gran vacío e insatisfacción personal y trataremos de llenarlo con actividades muchas veces tóxicas o innecesarias como vicios emocionales, patrones de comportamiento destructivos, actividades inútiles y emociones nada agradables.

Por eso, si aún no conoces tus valores, voy a pedirte que vayas a este post sobre cómo descubrir tus valores y hagas este ejercicio de autoconocimiento. Lleva su tiempo pero merece la pena. ¿Y si te das cuenta de que lo que más te preocupa en estos momentos es crecer como profesional pero tu trabajo actual no te lo permite? Te aseguro que de un análisis de valores pueden salir muchas respuestas a tus problemas o dificultades.

Volviendo a la pregunta inicial de este post: ¿para qué necesitamos realizarnos? Creo que la respuesta está bastante clara: para sentirnos más felices con nuestra vida, para experimentar satisfacción personal, plenitud, autoestima. Por supuesto, cada uno elegirá su propia respuesta. Pero ésta podría ser a grandes rasgos la idea principal detrás de este término que usamos tanto en el coaching y desarrollo personal.

Autorrealización y Cambio profesional

Por último, no puedo irme sin mencionarte lo más importante. Muchas personas asociamos la autorrealización a un trabajo con sentido, una actividad profesional que nos llena, nos aporta satisfacción y se convierte en nuestra misión o propósito en la vida.

Desde luego, si el trabajo ocupa un tercio de nuestra vida consciente, poder unir nuestra actividad diaria con ese propósito vital podría ser un gran acierto, ¿no te parece?

De hecho, mi labor como coach consiste en ayudar a las personas a encontrar su vocación, su misión o propósito en la vida a través de un trabajo que amen, que les guste y les haga sentir realizadas. Porque sé lo increíble que es sentir que tu trabajo te encanta, que no te importa estar un domingo a las 18:14 (hora real mientras estoy escribiendo esto) haciendo esa actividad que te proporciona placer, satisfacción, te enriquece y contribuye a otros.

No sé para ti, pero para mí ésta es la fórmula perfecta para sentirme realizada.

Maneras de autorrealizarte en el trabajo

Muchas personas que acuden a mí como coach, solicitando mis servicios, vienen precisamente por eso: porque también desean encontrar su pasión y quieren realizarse a través del trabajo, bien sea por cuenta ajena o emprendiendo su propio proyecto personal.

Y después de llevar sus procesos de reinvención, de autodescubrimiento y conocer de cerca sus principales miedos y preocupaciones, he llegado a la siguiente conclusión. Las personas que sienten una necesidad de reinventar su vida y dedicarse a algo que les haga realizarse profesionalmente suelen buscar una salida en aquellas profesiones que engloban un propósito vital o una misión personal. Más abajo hago un breve resumen de qué actividades son más propicias para reinventarte y conseguir la autorrealización.

Por cierto, ésta es una imagen que circula bastante por internet, en la que se muestra claramente cómo un propósito vital es la confluencia de varios factores, tales como la pasión, el talento y habilidades, sin olvidar que deberían pagarte por ello, para que puedas vivir de esta profesión, por lo que es necesario que mejores la vida de otros con lo que haces:

Autorrealización: ¿para qué necesitamos realizarnos?

Ideas para reinventarte a través de tu pasión

No olvides que no se trata de encontrar sólo lo que te apasiona, sino comprobar que tienes habilidades o talento para ello, sin olvidar que es necesario también encontrar la manera de vivir de ello, cobrando por ese trabajo que te llena:

  • Innovación, internet y tecnología

  • Educación, enseñanza y formación

  • Ecología, medioambiente, defensa de derechos humanos

Son sólo algunos ejemplos y desde luego hay muchos más que podríamos añadir a esta lista.

¿Y tú te has reinventado ya? ¿De qué manera lo has hecho? Y si aún estás en el camino, ¿se te ocurre cómo podrías reinventarte después de leer este artículo?

Y si todavía no sabes cuál es tu vocación y deseas encontrarla, te animo a echarle un vistazo a este curso online en el que a través de coaching, PNL e Inteligencia Emocional te ayudo a encontrar tu vocación y reinventarte profesionalmente.


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