Hoy ha debutado el CD Mensajero en la segunda división RFEF, logrando un empate (1-1) en su visita a Don Benito. Se estrena liga dentro de la nueva configuración de las competiciones organizadas por la RFEF, desapareciendo la segunda B en cuya historia aparecerá siempre nuestro club como único representante de La Palma y destacado entre los de Canarias. Campeón de liga 2020/21 y ascendido para estrenar la nueva segunda RFEF, único representante de La Palma, Tenerife, La Gomera y El Hierro en dicha división de plata, participación en la copa del rey y camino de cumplir cien años. Todo esto en poco más de medio año; cuando concurre el éxito deportivo con tan simbólico aniversario denota una magnífica salud. Sin embargo, el debut del único representante palmero en la recién creada competición, lo cual parece noticiable por no haberse dado nunca, ha pasado desapercibido para los diarios digitales de la isla. Sólo El Día y Diario de Avisos han incluido información de la previa del partido. Persiste en el tiempo el intento de algunos por esconder los logros rojinegros o bien pretender devaluarlos al entremezclarlos con otros que no han compartido nunca su delantera en el deporte insular. No es justo tratar a los desiguales de igual manera.
Formé parte de la directiva del CD Mensajero, presidida por Fernando Castañeda, en el período 2008-2012. En aquel mandato se remitió acuerdo de la junta directiva al Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, por el que se solicitaba que el viario que va desde la rotonda de la parte alta de la Avenida del Puente hasta el Silvestre Carrillo llevara el nombre de Club Deportivo Mensajero. Valga este recordatorio para que se sepa que el asunto viene de viejo y en una década ninguna corporación municipal ha estimado conveniente incorporar el nombre de nuestro club al callejero municipal o bien el escrito ha quedado a buen recaudo superado por otros posteriores de cualquier índole sin que haya sido asunto de orden del día. No soy original en el planteamiento de la cuestión. Con mejor estilo y prosa don Manuel González Plata “Bejeque”, en mayo de 2010 en las páginas de “La Voz de La Palma” escribía un artículo titulado “Avenida del Mensajero”, lanzando la idea, sugerencia, petición, súplica de un deseo, para que por el Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, se estudie, se informe y se acuerde, si procede que la vía que discurre junto al ampo del CD Mensajero, y hasta su empalme con la rotonda del edificio Melini, lleve el nombre de este Club”.
Camino del centenario de nuestro club, constituye esta efemérides excusa adecuada para dar cuenta de aquella petición oficial, sabiendo que la misma no ha sido atendida y que procede volver a plantearla. Aunque concurran circunstancias varias que albergarían la fe en que de oficio la Administración competente proceda a dar nombre a ese viario en tiempo y forma, tal vez una esperanza alimentada en el deseo de que se haga justicia, más que en los hechos pues de los mismos no se concluye que nuestro club origine la debida y justa motivación entre quienes rigen lo público, aunque algunos sean mensajeristas, pero no es cuestión de serlo sino de parecerlo.
Tal decisión vendría también a dar oficialidad a la forma que el pueblo tiene de expresar una ubicación concreta, al ser de uso común y entendido por todos cuando para referirse a esa zona del viario municipal se usa el término Mensajero, identificando el nombre del club con esa avenida. Así que no se trataría de imponer, ni de cambiar o ir contra lo que el uso popular ha hecho suyo, asumiendo una realidad al identificar nuestro estadio, nuestro club y su nombre con el territorio inmediato, incluida la vía.
La ocasión viene que ni pintada –eso sí, de rojinegra- y al igual que el maestro Sabina en el himno del centenario del Atlético de Madrid determina Mira si soy colchonero/ Que paso por Concha Espina/ Como pasa un forastero, esperamos de la corporación municipal, del color que sea, recoja el sentir de la afición que no los vería entonces como forasteros en el Carrillo. Aunque en nuestra casa todo forastero es bien recibido.