Una receta buenísima y super sencilla de hacer. Perfecta para esos días que no tenemos tiempo de meternos en la cocina, o no tenemos muchas ganas, que también los hay.
El secreto está en utilizar ingredientes de buena calidad y sale casi sola.
Los lomos de bacalao que he usado estaban desalados, si fuera así, habría que tenerlos en agua 48 horas cambiándolo cada 12 horas. Mejor tenerlo en el frigorífico durante todo el proceso de desalado.
Ingredientes:
- 4 lomos de bacalao desalado
- 300 gr. de tomate frito casero ( receta aquí )
- 1 pimiento rojo asado
- aceite de oliva
- harina
Preparación:
En una sartén honda ponemos un chorrito de aceite e incorporamos el tomate frito. Dejamos hasta que empiece a estar caliente.
Partimos el pimiento en tiras y se lo añadimos al tomate.
En un plato hondo ponemos un poco de harina y vamos pasando los lomos por ella sacudiéndolos para que suelten el exceso.
Ponemos una sartén al fuego con bastante aceite y cuando esté caliente freímos los lomos con la piel hacia arriba en primer lugar. Los dejamos como 1 minuto y medio por cada lado.
Los sacamos y los ponemos en el tomate para que den un hervor de unos minutos.
Añadimos dos o tres cucharadas del aceite donde hemos frito los lomos al tomate, ya que tienen la gelatina que ha saltado el bacalao y nos viene muy bien para que espese la salsa.
Comprobamos de sal y rectificamos si hiciera falta.
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