Tras experimentar una aventura tan magnífica como Baldur’s Gate, parecía imposible que aquello pudiera superarse, o al menos igualarse. Dos años le bastaron a Bioware para demostrar que ello era posible. Y así, en el año 2000 se lanzó Baldur’s Gate 2: Shadows of Amn, la segunda parte de aquella joya estrenada en el 98.
Este Baldur’s Gate 2 no se limitaba a traernos todo lo bueno del Baldur’s Gate original (que no era poco), sino que lo mejoraba y añadía cosas nuevas, muchas cosas nuevas:
Se mejoró notablemente el motor del juego, el Infinite Engine, gracias a lo cual se podía disfrutar de mayores resoluciones, mejores animaciones, movimientos más fluidos, y significativas mejoras visuales, como la implementación de aceleración 3D para los hechizos.
Además, se añadieron nuevas clases/profesiones, como el Hechicero, el Monje y el Bárbaro; kits especializados dentro de cada clase básica, para personalizar aún más a nuestro personaje (por ejemplo, un Paladín podía elegir entre ser Caballero, Inquisidor o Cazador de Muertos Vivientes), y se añadió alguna raza más, como el Semiorco.
Y por supuesto, se incorporaron multitud de objetos nuevos, desde armas (como Katanas o Ninja-to) a objetos mágicos de muy diverso tipo.
Imoen es ahora mucho más madura, y se ha convertido en una gran maga.
La historia de Shadows of Amn no parte de cero, sino que continua la historia del protagonista del primer juego: Poco después de los eventos ocurridos en el Baldur’s Gate original, nuestro personaje es capturado y llevado a la prisión del malvado hechicero Irenicus, de quién apenas sabemos nada, más allá del insano interés que parece mostrar por nosotros y nuestro linaje. Escapar de su mazmorra será lo primero que debamos hacer, hasta encontrarnos perdidos en las inmensas calles de Athkatla, capital de la nación de Amn. A partir de aquí se desarrollará la aventura, con la trama principal girando en torno a Irenicus y sus misteriosas intenciones con nosotros, además de multitud de historias y tramas secundarias que nos mantendrán entretenidos durante horas y horas. Si el Baldur’s Gate original era largo y absorbente, Shadows of Amn lo es aún más (tan sólo el Capítulo 2 de Shadows of Amn puede llegar a ser más largo que todo el Baldur’s Gate original).
Al ser una continuación del primer Baldur’s Gate, nuestro personaje tampoco empezará de cero, siendo posible importar el personaje con el que terminanos el juego original o crear un nuevo personaje de nivel 7 u 8 (según la clase). Así, nuestro personaje podrá seguir creciendo hasta alcanzar el nivel 20, con todo lo que ello conlleva: mejores habilidades, hechizos más poderosos y un sinfín de nuevas posibilidades. Hay que destacar sobre todo la gran y variada cantidad de hechizos (de hasta nivel 9), que convertirán los combates de magia en auténticos espectáculos llenos de estrategia. Destacar también la gran cantidad de armas mágicas dispersas por todo el juego, siendo algunas de ellas realmente poderosas, como el legendario Crom Faeyr o la Vengadora Sagrada Carsomyr.
Jon Irenicus es el principal antagonista de “Shadows of Amn”.
También encontraremos a muchos posibles compañeros durante nuestra aventura: algunos ya conocidos, como nuestra amiga Imoen (que desempeña un papel crucial en la trama), la druida Jaheira, la siniestra Viconia, el arrogante Edwin o el carismatico Minsc y su inseparable hámster Boo; pero también muchos nuevos: el veterano Paladín Keldorn, la dulce Aerie, el sangriento enano Korgan o el éxcentrico gnomo Jan Jansen, entre otros.
Y ahora nuestros compañeros tendrán su propia personalidad y serán más activos que nunca; participando en la trama, hablando y discutiendo entre ellos, iniciando diálogos con el jugador, e incluso siendo posible intimar románticamente con algunos de ellos.
Además la actuación de voces es espléndida en la versión original en inglés, reflejando la personalidad de los personajes; aunque en la versión doblada al español es bastante deficiente, y en ocasiones, lamentable (nada nuevo, la verdad).
Y no sólo ha crecido el número de aliados, sino también el de enemigos, con nuevas criaturas como Vampiros, Liches, Azotamentes, Dragones o terribles Demonios, por mencionar algunos.
Por último, la música sigue siendo excepcional, y bien podría pasar como banda sonora de cualquier gran película de fantasía épica.
Throne of Bhaal: El Épico Final de una Saga Épica
En “Throne of Bhaal” nos esperan los enemigos más poderosos de toda la Saga.
Tras el final de Shadows of Amn, aún quedaban cuestiones por resolver, y así, en 2001, llegó Throne of Bhaal, como expansión de Shadows of Amn, para poner el broche de oro en esta grandiosa saga.
La historia de Throne of Bhaal continúa donde lo dejó Shadows of Amn, terminando de esclarecer el origen de nuestro protagonista y desvelando su destino final.
Ahora, todo adquiere dimensiones épicas, no sólo la trama: es posible llegar hasta el nivel 40 y las habilidades y objetos disponibles pueden convertir a un personaje en una máquina imparable. Sin embargo, los nuevos enemigos serán igualmente terribles.
Junto con la historia principal se incluye el Torreón del Vigilante, una nueva mazmorra llena de puzles y enemigos, que hará las delicias de los más fanáticos.
Como buen juego de rol que se precie, en Throne of Bhaal no existe un único final, por lo que nuestras acciones y decisiones configurarán el destino del protagonista, y quizás de todo Faerûn.
Ha pasado ya más de una década, y la saga Baldur’s Gate sigue siendo un referente en los videojuegos de rol; además de ser uno de los mejores juegos jamás desarrollados, no sólo en su género. Una saga obligatoria para todo buen amante de los videojuegos de rol y fantasía.
La interfaz en Baldur’s Gate 2 ha sido mejorada, aunque se mantiene intacta en lo esencial.
Los menús han sido reediseñados y se ven más atractivos que en el primer Baldur’s Gate, pero todo sigue en su sitio.
Nunca pudimos enfrentarnos a un Dragón en el Baldur’s Gate original, ahora tendremos más de una ocasión.
TRAILER DE “BALDUR’S GATE 2: SHADOWS OF AMN”