Lo mejor fue el recordatorio que hicieron por la tragedia que azotó Japón durante el año pasado y que aún continúa siendo una triste realidad para muchos japoneses, aunque desde el mundo del fútbol se hubiera visto como un gran renacimiento japonés.
El otro momento más atractivo fue ver a Messi recibir su tercer balón de oro frente al bostezo general de la concurrencia. Fue entregado por Ronaldo, el crack brasilero que brillara en la década del 90 en el Barcelona, Real Madrid, Inter, entre otros.
Xavi e Iniesta recibieron sus correspondientes reconocimientos al integrar junto a Piqué y Alves el once ideal del 2011 que fue anunciado con Casillas, Ramos, Piqué, Vidic, Alves, Iniesta, Xavi Alonso, Xavi Hernández, Messi, Ronaldo Cristiano, y Rooney. Desde luego, el mayor reconocimiento fue para España que contó con 6 de los once elegidos.
La foto salió mal por algo que tomé antes de la entrega de premios.
Ferguson y Guardiola también recibieron su reconocimiento entre lágrimas de los presentes, parece que la melatonina hizo estragos.
También se eligió el mejor gol otorgándole el premio Puskas que el brasilero Neymar recibió con brasilera emoción sintiéndose algo ansioso por regresar a Brasil para disfrutar del carnaval de Río.
No faltaron las presencias de Pelé ni de Platini, secundados como siempre por el fiel ladero Joseph Blatter que lució un traje que le regaló un sobrino que vende motores robados en Taiwán.
No debí tomar ese trago.
Pero lo realmente destacable de esta pantomima mundial, no fue sino la rubia conductora. Una belleza por donde se la mirara, aunque para mirarla no se sabe empezar por dónde.