Beau Wassermann (Joaquin Fénix) tiene que acudir a su casa familiar para celebrar el aniversario de la muerte de su padre. Una serie de sucesos le impiden ir, hasta que una llamada telefónica le comunica que su madre ha fallecido (Patti LuPone) aplastada por una lámpara de araña. Beau tiene miedo en el trayecto que recorre para acudir ahora al funeral de la persona que le dio vida, pero que también se la destrozó infundiéndole múltiples miedos. En ese recorrido vemos un hombre con traumas y conflictos por resolver que conviven con él desde su juventud. No es sólo el viaje físico de reunirse con su madre ya muerta, sino también, su relación que tuvo con ella, y como le afectó y le sigue afectando psicológicamente.
Si Ari Aster no dejó indiferente con sus anteriores trabajos, Hereditary (2018) y Midsommar (2019), y en esta tercera cinta, que dirige y escribe, no iba a ser menos. La productora A24 le dio carta blanca para crear esta odisea de película, basada en su cortometraje Beau (2011). Aquí, el director mezcla estilos como terror, comedia, drama, suspense, y hasta se podría decir que tiene pinceladas puntuales del cine de serie B. Nos encontramos desde situaciones urbanas exageradas, creando una cierta atmósfera de terror, hasta una escena teatral surrealista totalmente arriesgada. Es esta una cinta con gran impacto visual y onírico, acercándose al estilo más puro de Terry Gilliam. Lenguaje cínico en situaciones sensibles. Miedos internos que son igual de dañinos que a lo que nos podemos enfrentar en el exterior. Una mezcla de ideas y estilos que hilan muy bien. Y un Joaquín Phoenix que encarna a la perfección, una vez más, cualquier reto que le propongan, pues el personaje indeciso e hipocondriaco de Beau no es nada fácil de interpretar.
Aun así, esta cinta tiene el pero de su larga duración (2h 59 min) que puede llegar a hacer que perdamos un poco el interés según se acerca el final. Su arranque es muy potente, pero con un desenlace que pierde fluidez y fuerza respecto a la primera parte de la cinta. Pero sin duda, es una arriesgada cinta y una película muy diferente a las habituales del cine comercial y simplemente por eso, merece la pena ir a verla. Mi puntuación es de 7 sobre 10. "Beau tiene miedo" se estrenó este pasado viernes 28 de abril en España.
Crítica de Luz Gallardo-Franco.