Revista Cultura y Ocio

Belgravia. Julian Fellowes

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Belgravia. Julian Fellowes
      "Sé que supone que tenemos que alimentar la ficción de que queremos a todos nuestros hijos por igual, pero a mí me cuesta trabajo".
     Voy a empezar comenzando que no he visto Downton Abbey, pero sí he leído muchas referencias a esa serie. Al final, y por no comenzar por el principio, me enteré de que su autor también tenía libros publicados y es por eso que hoy traigo a mi estantería virtual, Belgravia.
     El 15 de junio de 1815 un selecto grupo de la alta sociedad británica celebra una fiesta en Bruselas. Al día siguiente tendrá lugar la Batalla de Waterloo.
25 años después Londres está cambiando y Belgravia comienza a ser el barrio próspero que sigue siendo hoy en día. En él, las disputas y los secretos son algo común, y alguno de esos secretos viene desde aquella noche de 1815.
     Si el autor es conocido por una serie, está claro que se siente cómodo con ello. De hecho este libro apareció en forma de publicaciones semanales a través de una app en una suerte de homenaje a Dickens en versión 2.0. De esta forma atrapó a muchos lectores que esperaban ansiosos el siguiente capítulo y terminaron por comprarse el libro. Sin embargo, no  he visto en el libro ninguna referencia a Dickens y el retrato de Londres de Fellowes carece de la profundidad dada muchas veces por esas clases menos pudientes que otros autores sabían explorar. De hecho, Belgravia es y se concibe como un producto dirigido a entretener al lector y eso se nota desde el lanzamiento por capítulos, hasta el punto final de la historia.
La novela, dividida en 11 capítulos, es un folletín por entregas que utiliza el ya conocido formulismo de "tirar del lector" al final de cada capítulo para conseguir que se quede a leer uno más y, con un poco de suerte, haga lo mismo en todos ellos hasta llegar al final de la novela. Comienza para conseguirlo deslumbrándonos con una escena de la alta sociedad la víspera de un suceso histórico de sobra conocido. Esa noche sucede "algo", importantísimo para el resto de la historia y cuyas repercusiones y ecos serán el motor del resto del libro. Un cuarto de siglo más tarde será el momento elegido por Fellowes para poner en marcha su maquinaria de intrigas, mentiras, envidias y codazos que se sucederán sin pausa dejando que conozcamos lo justo a cada uno de los personajes como para que lo identifiquemos sin problemas. A fin de cuentas, los buenos, los malos y los que pueden sorprendernos, son señalados por el autor con la claridad suficiente desde casi las primeras páginas. Aquí no se trata de complicarnos la vida una vez hechas las abrumadoras presentaciones, se trata de que nos resulte fácil seguir leyendo.
     Fellowes busca escribir una novela victoriana como las de antaño y ambienta su historia de una forma visual y efectiva en la que se echan de menos esos detalles que dan realismo a las novelas. Resulta de hecho un tanto manido en sus letras el tema de la sociedad cambiante y las nuevas familias pudientes que comienzan a codearse con las de rancio abolengo en las ciudades que crecen al amparo de las nuevas prosperidades tecnológicas. Por mucho que nos las quiera explicar, otros ya lo hicieron mejor. Los codazos, las envidias, las competencias incluso entre criados, pueden ser divertidas, pero están tan vistas que la novela va perdiendo frescura, incluso repitiéndose, por el camino hasta resultar demasiado previsible en su parte final. Y eso, en una novela que busca el entretenimiento, es imperdonable. Supongo que Fellowes, en su afán de ganar al lector y tenerlo enganchado a su historia, ha pecado de complaciente a la hora de resolver.
     Belgravia es una novela entretenida con la que pasar un par de tardes que no deja poso alguno en el lector. Ahora, si os gusta la época y lo único que buscáis es evadiros, tal vez sea vuestro libro. Leer es un acto ocioso que debe de procurar placer al lector, y la lectura como evasión es un gran placer por mucho que algunos se empeñen en decir que solo los libros sesudos que nos hacen sudar pueden alcanzar ese status deseado de "bueno".
     Y vosotros, ¿habéis leído alguna novela por culpa de una serie televisiva?
     Gracias.

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