Si lavar tu cara con aceite no va contigo, o simplemente no ha funcionado para ti, no pasa nada, tengo un as en la manga. Como buen jugador, a veces es bueno no desvelar todos los recursos desde el primer momento y luego sorprender para dar un giro inesperado al juego.
La miel es otro excelente producto para lavarse la cara. Pero ¿por qué miel? La miel cruda tiene propiedades antibacterianas y contiene enzimas y probióticos que son beneficiosos para nuestra piel. Gracias a su acción reduce la inflamación, previene la aparición de granitos y es excelente para cicatrizar heridas, cortes y quemaduras, y no necesariamente sólo el acné. Aplicada sobre la piel, es una excelente barrera que no permite la pérdida de hidratación de la dermis. Si tenéis los labios cuarteados, extended una fina capa de miel sobre ellos, es mejor remedio que cualquier bálsamo labial. ¡Pero no seáis golosos y no os chupéis los labios!
La miel limpia suavemente la suciedad y las impurezas de la superficie de la piel, sin arrancar las grasas naturales de la flora cutánea, reduce las bacterias y nutre. Es excelente para todo tipo de pieles, incluso para las más sensibles, con eccema, rosácea o psoriasis. Equilibra la piel grasa e hidrata la piel seca. Si notáis la aparición de un granito, aplicadla rápidamente sobre la inflamación.
Este método no sirve para desmaquillarse de noche, pero sí es excelente para nuestra rutina matinal previa al maquillaje. Coger media cucharadita de miel, calentar entre los dedos, aplicar suavemente una capa fina sobre la cara, lavarse con agua tibia y secar con una toalla. Para mejores resultados dejar actuar unos diez minutos a modo de mascarilla. Si notáis la miel muy sólida, mezclar con un poco de agua. No aplicar mucha miel, porque luego gotea. No olvidar asimismo recogerse el pelo. Recomiendo hacerlo mínimo una vez a la semana, pero como su acción es muy suave, se puede utilizar a diario. Tras ello, aplicar el tónico si así se desea.
¿Qué tipo de miel utilizar?
Siempre se tiene que adquirir miel cruda, SIN PASTEURIZAR, SIN FILTRAR, SIN CALENTAR, tanto para comer, como para la piel. Una miel convencional además de estar altamente procesada, es un producto “muerto” que carece de las enzimas y probióticos beneficiosos además de sus propiedades antibacterianas. La temperatura media de una colmena es de 35C, así que ésta es la temperatura ideal para que no pierda sus propiedades. Intentad no calentar la miel para su uso para poder aprovechar todos sus beneficios. Es sólo un pequeño consejo.
En resumen, la miel: es antibacteriana, equilibra la producción de grasa, aclara el tono de la piel, limpia profundamente, es exfoliante, combate el acné, es calmante y antiinflamatoria, hidrata y cuida la piel, revitaliza la piel madura, previene la aparición de granitos, alivia las quemaduras de sol, limpia los poros y ayuda a la prevención de los puntos negros y elimina las células muertas de la superficie de la piel.
Recientemente descubrí la miel de Manuka, originaria de Nueva Zelanda; es un producto de la polinización por abejas del arbusto homónimo. Presume de unas propiedades antibacterianas y curativas superiores debido a su potencia antibiótica, lo cual la convierte en un excelente aliado en el tratamiento de los problemas cutáneos. Sin entrar en mucho detalle y simplemente para despertar vuestra curiosidad, esta miel es tan potente que incluso después de pasteurizar guarda alguna de sus propiedades antibacterianas y se utiliza para el tratamiento de la sinusitis con éxito. No es apta para menores de un año. Tiene una textura muy cremosa y huele genial. El único inconveniente es su precio.
ADVERTENCIA: La miel cruda en invierno se vuelve menos líquida, ni se os ocurra meterla en el microondas porque elimináis todos sus beneficios. De nada sirve elegir la mejor miel si luego no podemos aprovechar sus propiedades. Una buena forma de ablandarla es dejarla al baño maría o simplemente calentarla entre los dedos o mezclarla con un poco de agua caliente.
BONUS
- Mezclar en un bote una pizca de Vitamina C (fabulosa para la piel) y algunas gotas de vuestro aceite esencial preferido y aplicar sobre la cara a modo de mascarilla. El árbol del té es mi preferido. Podéis probar también con incienso, lavanda, menta, argán…
- Si os salen granitos ocasionales preparad la siguiente mezcla para aplicar sobre la zona afectada: añadid a la miel suficiente canela para formar una pasta y echad una pizca de nuez moscada. Se puede utilizar como mascarilla también, dejad actuar 10-15 minutos.
- El limón es excelente para aclarar el tono de la piel y con el tiempo ayuda con las manchas de sol y las marcas de acné. Mezclar el zumo de medio limón y dos cucharas de miel. Dejar actuar en la piel unos 15-20 minutos.
- Y si os va bien el favorito de todos, el coco, preparad una mascarilla con miel y aceite de coco a partes iguales y dejar actuar unos 15-20 minutos.
Por último, la miel se puede utilizar a modo de champú. Si el método “no poo”, no funcionó para tu cabello, prueba a lavarte la cabeza con miel. Creo que es idónea para gente que busca un método más suave y que tiene el cabello más fino y sensible. Simplemente mezclar una cuchara de miel con suficiente cantidad de agua y aplicar sobre el pelo.
¿Y vosotros, tenéis experiencia con la miel? ¿Cuál es vuestra opinión? ¿Os gusta tanto como a mí?
Acerca de la autora:
Mi nombre es Selime y soy de Bulgaria, un pequeño país del este de Europa. Encontré el blog de Edurne por casualidad y me enamoré de sus contenidos y filosofía desde el primer día. Poco a poco forjamos una bonita amistad que tiene en común un enorme afecto por la comida, la vida natural, la fotografía y el sentido del humor.
Con mi introducción al mundo paleo, me conciencié poco a poco sobre los tóxicos que no sólo están en nuestra comida, sino en casi todo lo que nos rodea, por lo que dejar de utilizar los cosméticos convencionales era un paso lógico y necesario. No quiero sonar alarmista, y aunque me demuestren que todos los ingredientes en una crema son sanos, la sencillez y el alcance de los ingredientes naturales es insuperable. ¿Acaso hay algo más sencillo que el aceite, la miel, la arcilla, el vinagre? Además de poder utilizarse en la cocina, son productos muy versátiles que sirven para mejorar la calidad de nuestra piel. Mi filosofía es no poner nada sobre mi piel que no pondría en mi boca. En la sencillez está la máxima sofisticación.