A Riquelme se lo vio eufórico como siempre, con su adicción crónica al agua mineral, y la ya típica comezón en la papada. No fue tarea fácil concentrarse en las palabras de Riquelme debido a la constante inquietud del hijo de Caruzzo. El defensor central y el lobo Ledesma también fueron presentados.

*Mientras tanto, en San Lorenzo, Miele se niega a abandonar el club hasta que Gorosito le diera un pase al contrario.
