Bienvenidos al fútbol, el Túnel de Amerika

Entre las estepircusores que pasan arrastrándose por este blog, apareció un insolado comentario a montar temblorosos espejismos de actividad. El comentario es el siguiente:
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http://alejandropolledo.blogspot.com.ar/2012/08/la-conjura-de-los-necios.html
Con tal de no hablar de lo único que debería importarnos de Riquelme, que al mismo tiempo es lo único que no les gusta a los futboleros argentinos: El fútbol. Con tal de no hablar de fútbol, tanto los que están a favor como quienes están en contra del 10, pasan el día diciendo que Riquelme esto y lo otro. Es una cosa muy extraña, porque es más fácil ser comentarista de fútbol que episcopado, sin embargo, los futboleros prefieren discutir  acerca de la honestidad o deshonestidad de Riquelme. Como lo hace el que escribió la entrada en el blog antes mencionado y que quisiera tener la oportunidad de refutar y traducir.
Dice:
"Quizás sea el único jugador, de extracción humilde, que habiendo ganado una fortuna no se fue a vivir a un barrio acomodado sino a exactamente una cuadra del barrio en el que se crió. Sigue siendo un fiel amigo de sus amigos de la pobreza, no se lo ve andar por las noches en los boliches de moda y parece ser un padre cariñoso, un hombre apegado a la familia."
Quiere decir que el ogro Fabiani tira mal los tiros libres.
Dice:
"Es reacio a conceder reportajes, sólo una vez lo vi en un programa de televisión, el de su entonces amigo Diego Maradona. O sea que en algún sentido es una persona de perfil bajo."
Quiere decir que se perdió el programa de Fantino.
Dice:
"Las veces que accede a un reportaje o una conferencia de prensa evita los lugares comunes. Sus dichos suelen ser jugosos, jamás lo he visto querer congraciarse con el periodismo, por el contrario, siempre me pareció que no tenía ningún interés en ganarse el favor de la prensa."
Porque a la prensa le sirve la presencia de Riquelme, sin importar a quién Riquelme le sonriera. El solo hecho de dar un reportaje ya es un modo de congraciarse con la prensa.
Dice:
"Con sólo 22 años protagonizó el famoso gesto del Topo Gigio ante el palco oficial en la Bombonera reclamando un contrato acorde al aporte futbolístico que brindaba al equipo. Todavía estaba cobrando el primer contrato juvenil. El chico que venía de los barrios pobres de Don Torcuato se plantaba ante uno de los hombres más ricos del país exigiendo lo que merecía."
Uh, está hablando del fasooo. 
Dice:
"No conozco el caso de ningún jugador de fútbol o ningún deportista que haya devuelto dinero, cualquiera haya sido la suma, por no haber jugado debido a la operación de una lesión. Más teniendo en cuenta que la cirugía fue consecuencia de haber jugado, reiteradamente, lesionado."
La culpa de jugar lesionado no es de quien le paga el sueldo. Además, decir que se está devolviendo la plata es un acto de demagogia.
Dice:
"También hizo algo que pocos o ninguno ha hecho: enfrentarse a la temible Barra Brava."
¿Tirándole camisetas por la cabeza?. 
Dice:
"Hizo otra cosa inédita: decirle no a Maradona después que éste lo “bardeara” por televisión ¿Debía hacerse el distraído acaso, como otros habrían hecho? ¿Hizo mal al no prestarse a participar del complot que llevaron adelante algunos jugadores para que se fuera Basile y asumiera Maradona?"
Tanto que hablan de complot, podrían decir que Riquelme se va de la selección y casualmente pocos días después Bianchi despierta de la siesta y anuncia, mediante mensajeros, que tiene ganas de dirigir. ¡Qué casualidad!.
Dice:
"¿Por qué tantos se molestaron tanto cuando renunció a la selección, y a la gloria y el prestigio que ésta podría brindar, para poner fin a la angustia que a su madre le producía escuchar las despiadadas críticas que algunos medios le hacían a su hijo por su desempeño en el equipo nacional?"
No se ha enterado de que esas cosas se arreglan entre el jugador y el DT, que la excusa será la pobre madre de Román, pero que la realidad es que al jugador no le convenía en aquel momento jugar en la selección y que para renunciar tenía que tener una buena razón, no viniera a ser que los hinchas argentinos se enojaran con Román. Por otra parte, si el DT no lo convocaba, los riquelmistas iban a hacer flor de piquete en la AFA. Mi madre falleció como tres veces para evitarme el mal trago de asistir a bodas y cumpleaños. Agripina se llama mi vieja.
Dice:
"Con respecto a la acusación que pesa sobre él de “camarillero” se hace necesario comparar su comportamiento con el de Palermo, su oponente dentro del plantel. El grupo de los Riquelmistas siempre fue mayor que el de los Palermistas, en los asados que organizaba Román los días viernes, participaba la mayor parte del plantel. Lo que nos hace pensar que no era tan mal compañero como algunos lo califican."
A éste se le hace necesaria cada cosa.
Quién te dice que el representante de Román no compraba la carne más fresca que el de Palermo.
Dice:
"Nunca se escuchó a Román hablar mal de Palermo, por el contrario siempre se refirió a este de forma conceptuosa calificándolo incluso como el mejor delantero argentino de los últimos años. De Palermo no se puede decir lo mismo. Al contrario de Riquelme, Palermo siempre procuró tener excelentes relaciones con el periodismo, dedicaba buena parte de su tiempo a otorgar entrevistas a todo tipo de medios, prestarse a largas sesiones de fotos, hasta se disfrazó de mujer a pedido de una revista. Iba a cuanto programa de televisión lo invitara. Logró ganarse la simpatía de la prensa. Y su agradecimiento. O sea tuvo “buena prensa”. Y para todo el periodismo fue: “Martín, el buen tipo”."
Delgado, Traverso, y Basualdo, los correveidiles de Román, dijeron que Palermo había pedido a Bianchi que la final contra el Real Madrid la jugara Guillemo en vez de Delgado, Riquelme pasó todo el año aclarando que él jamás le diría a un DT lo que tiene que hacer. Que la dialéctica y estrategia riquelmista fuese más inteligente que la del palermismo no quiere decir que el 10 fuese bueno y el 9 malo.
Dice:
"Palermo siempre se llevó de maravillas con el poder. Para Macri (individuo que no es santo de mi devoción) Palermo es un “líder positivo” y un ejemplo para la juventud. Martín asistió a actos políticos de líder del Pro. La Legislatura de la ciudad lo nombró ciudadano ilustre. Riquelme es para Macri, al menos desde su “Topo Gigio”, un “líder negativo” y un mal ejemplo para la juventud. O sea; Riquelme no es pro."
Massa, Boudou, y Cristina Kirchner, tienen menos poder que Macri.
Dice:
"Palermo tuvo magníficas relaciones con la Barra Brava. Incluso fue a visitar a la cárcel a Di Zeo. Durante las sucesivas malas campañas de Boca después del campeonato obtenido con Ischia en una de las visitas de los barras para amedrentar al plantel; los barrabravas dejaron bien en claro que el único que comprendía la “situación” por la que pasaba la barra debido a las campañas (caída de los negocios) era Palermo. Román les respondió que si no les gustaba como jugaban que no fueran a verlos. Un barra le respondió: “Vos cállate y pasale la pelota a Palermo”."
Y Román le hizo caso.
Dice:
"Durante el partido jugado en Porto Alegre contra el Gremio en la final de la copa Libertadores 2007, Riquelme había convertido ya dos goles cuando le hicieron un penal. Román nunca había convertido tres goles en un partido oficial. Era la oportunidad de hacerlo. Sin embargo tomó la pelota y se la entregó a Palermo para que lo pateara él. Le atajaron el penal pero esto no viene al caso. Lo que viene al caso es la actitud de cada uno de ellos, puesto que Palermo podría haberse rehusado a patear el penal para que Riquelme tuviera la chance de convertir tres goles en un partido."
Bueno, con ese criterio, Palermo podría haberse rehusado a ser el goleador histórico de Boca para permitir que el chicho Serna...
Dice:
"Están los que critican su relación con la autoridad. Por mi parte me gusta la rebeldía. Sobre todo en un país donde la honradez de la autoridad deja bastante que desear.
Hay un concepto de autoridad me parece bastante fascista antes que democrático, y es el que ha impuesto la dirigencia política de nuestro país. Podríamos sintetizarlo así:
USTEDES ME VOTARON; AHORA JÓDANSE QUE YO HAGO LO QUE ME DE LA GANA. Y A NO PROTESTAR QUE NO ES DISCIPLINARIO NI DEMOCRÁTICO. SE LAS AGUANTAN HASTA LA PRÓXIMA ELECCIÓN. Pero qué se le va a hacer, a veces a la gente le gusta la belleza. Miles de hinchas se rebelaron contra la autoridad y "sólo le piden a Dios que Román juegue para siempre. Para toda la alegría de la gente". Quizás algunos prefieran la disciplina de Palermo. Que además es blanquito, de ojitos azules y por si hacía falta hasta se hizo rubio. Todo un ario, Un líder positivo."
No vale proyectar en los demás el nazismo que uno lleva dentro.
Por fin, termina diciendo:
"A ellos les digo que no se preocupen. Que ese negrito de mierda que se quedó en su barrio de siempre, con los amigos de siempre y los principios intactos. No va a seguir. Porque es lo que dijo y con eso basta.
El poder: Macri y Angelici con su sicario Falcioni ganaron.
Pero la "GLORIA" se va con él."
Ups... 
Debió actualizar la entrada cuando los dirigentes de Boca, tan estúpidos que son, mandaron a la barra a callar los gritos en favor de Riquelme a la vista de todos horas después de que el propio Román señalara en la tele que esas cosas sucedían constantemente en las tribunas bosteras. Esa ingenuidad que nos conduce a creer que los demás son tontos. Casualmente, pocos días pasaron hasta que un conocido barra se quedara sin inmunidad.
Los defensores de Riquelme argumentan en favor de la imagen del 10 en vez de argumentar en favor del jugador. Según ellos, en un mundo que se maneja constantemente a oscuras, donde vale todo, donde el tráfico de influencia y la propaganda hacen más mella que un pase en cortada, Riquelme es el único honesto, hombre de palabra, que se niega a lo establecido, que devuelve plata, que lucha por los derechos del futbolista, que no juega el juego mediático, que juega gratis, etc. Y los contras de Román, también en el túnel de Amerika, exigen que Riquelme fuese Superman.
Con veinte minutos alcanza para explicar porqué Riquelme es un excelente futbolista, pero hay tantas horas y páginas qué llenar, tanto negocio y amiguismo, tanto favor y devolución, que es necesario hacer del entorno una competencia muy diferente del fútbol pero que a muchos les resulta más entretenida. Un juego donde todos nos hacemos los giles, tenemos el colesterol altísimo en la vista, y nos perdemos de disfrutar del otro juego, ese donde Román es el rey.