
Es que ni se por donde seguir de la cantidad de despropósitos que hay en la serie, entre guion y personajes es todo un filón para criticar. El Acento gallego de Carlos Santos canta muchísimo, y no entiendo porque es gallego, al igual que el personaje de Luis Varela que es de Zaragoza y al parecer ceporro, bruto y retrogrado solo por eso. Me gustan los estereotipos, son perfectos para hacer humor, pero una vez mas hay que hacerlo bien, sino pasa como aquí, que parece que te estés riendo del personaje y queda mas una caricatura antigua y desfasada que un personaje real.Los niños me molestan casi siempre en las series supuestamente adultas, pero es que si además intentas ir de moderno metiéndolos en según que situaciones y haciendo preguntitas son realmente un estorbo mas que no aportan nada a la serie. Si los eliminas la serie queda exactamente igual, no cambia nada, pero hay que ver lo que vende un niño.No tengo ningún problema con los números musicales ni con las canciones, pero que eso haya funcionado en Vive Cantando no quiere decir que quede bien en todas partes. La serie protagonizada por Maria Castro es una rareza maravillosa donde se nota que hay talento por todas partes y que saben hacer las cosas, es emotiva y divertida y lo consiguen con sencillez, al contrario que en el Lolita donde hay mucha gente, mucho ruido y muy poco talento.En el segundo capítulo hay un flashback con Beatriz Carvajal y Roberto Alamo en el que no pude mas que acabar riéndome. La Carbajal con un pelucón rubio simulando 15 años menos es como que esta serie haya llegado a producirse, increíble.
Como he dicho antes no deberíamos permitir esto porque las cosas no van a mejorar, sobre todo cuando al frente de la ficción española están casi siempre los mismos dándonos lo mismo. Y como nuestro nivel de exigencia ya no existe nos cuelan cualquier cosa. Esto tiene mala solución, solo hay que ver las audiencias que esta haciendo la serie y los buenos comentarios de la gente en twitter. A la ficción española le pasa como a la Educación, ya es demasiado tarde, los que están ya no sirven pero no se dan cuenta, hemos perdido un par de generaciones de momento y nadie se atreve o nadie quiere volver a empezar o probar cosas nuevas.
