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Biglia y el calefón

Publicado el 01 julio 2014 por D10
Argentina continúa el triunfal camino hacia la consagración mundial habiendo ganado en forma clara en el juego y exageradamente exigua en el resultado. Sin haber jugado bien, fue el único equipo que intentó conseguir un gol mientras Suiza esperaba un milagro. 
Biglia y el calefón
Jugó raro la selección Argentina. Después de haber intentado mucho durante el primer tiempo, sufriendo unos míseros contrataques suizos que Romero supo controlar, entró al segundo tiempo con un apuro de minuto 89', queriendo violentar el resultado en vez de buscarlo con inteligencia, encontrándose con millones de suizos que no alcanzaban a sostener por cantidad lo que no confiaban en sostener por capacidad, y los espacios que encontraban Messi y Rojo -el lateral hizo un partidazo- terminaban en las manos de la figura suiza, el arquero, quien pese a tener mal gusto para elegir la ropa, se atajó todo. El apuro celestiblanqui impedía atravesar la constricción rival, y sin cambio de ritmo iba a ser todavía más difícil.
Biglia y el calefón
Tuvo que entrar Biglia para darle al equipo algo de todo lo que faltaba. El volante central cambió la sintonía del equipo, jugando más a lo ancho, cambiando el ritmo, dándole a Suiza preocupaciones mayores que el simple embate sin son ni ton, y así fue que Argentina se atrevió a circular mejor la pelota en zonas que previo a la entrada de Biglia, debido al apuro enceguecedor, pasaban inmediatamente a ser de definición.

Biglia y el calefón

Fotos urleadas de esta página. 

Así sucedió la situación del gol, en una jugada más profunda, adelantados los suizos, y Messi encontró propicia situación para eludir, llevarse gente, y dejar a Di María cómodo para definir como los dioses ante un arquero que por primera vez se encontraba volviendo sobre sus pasos.
Biglia y el calefón

Después los suizos se acordaron que existe un deporte llamado fútbol, y no sé si habrán alcanzado a entender, cuando pegaron un tiro en el palo, que lo importante es la pelota.
Biglia y el calefón

Minuto a minuto e incidencias.
Hoy me hice hincha de Argentina, aunque faltando poco para terminar el partido tuve ganas de retomar la indiferencia que despertaba en mí la seguridad de la obtención del título.
Biglia y el calefón

Allá por los 55' ya daba bronca que estos suizos se llevaran un empate de esos que después terminan ganando por penales evidenciando la impotencia idiosincrásica del argentino. La entrada de Biglia calmó un poco los ánimos, y grité el gol de Di María con alivio, como algo que no podía ser de otra manera. Pero después, cuando angelito patea al arco desde mitad de cancha sólo porque el arquero había salido en expedición hacia áreas rivales, ya era difícil de aceptar que el jugador del Real Madrid no pensara que debía actuar como si fuese la última pelota, principalmente porque era la última pelota. Tenerla, aguantarla, buscar la falta, darle pulmón al equipo, nunca la posibilidad al rival de recuperarla e irse a la carga ya sabiéndose perdido. Más tarde, con calma, uno entiende que después de tanto alargue apenas podía oxigenarse el cerebro y uno queriendo que oxigenara al equipo. 
Biglia y el calefón

El supersticioso sabe que la suerte estuvo en contra de Argentina que después de tanto sufrimiento tuvo que soportar un tiro en el palo de estos suizos del demonio. En fin, ojalá que los suizos se queden varados en alguna isla desierta hasta que el mundo se mudara a Marte. 


Biglia y el calefón

Minucioso análisis del rendimiento individual:
Romero respondió firme toda vez que debió. 
Zabaleta bien en la marca y en el "sin pelota".
Garay despierto para achicar.
Fernández muy bien parado y sin miedo de jugar adelantado.
Rojo hizo un partidazo porque además de lo que corrió y metió siempre estuvo inteligente con la pelota. (Punto para Sabella).
Lavezzi intentó siempre hasta fundirse.
Gago hizo lo que se puede esperar de Gago
Mascherano fue el de siempre.
Di María hizo el gol y, después de todo lo que corre, no se le puede pedir más. 
Messi
Higuaín no está en un equipo que le permitiera encontrarse con las jugadas, sin embargo, se las arregla para meter peligro. 
Biglia y el calefón

La entrada de Palacio me dio piel de batracio.

Cuando entra Basanta todo suizo se espanta.
Biglia le dio al equipo el cambio de ritmo que generó el gol, y efectiva presión sobre la pérdida de la pelota.
Biglia y el calefón

Pasenlá joya.

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