Revista Ciencia

Biofortificación II. Hierro y vitamina E

Por Amara @bioamara

La Ciencia de Amara se ha sumado a la iniciativa #mitostransgénicos promovida por @BIOTECH_SI para hablar de BIOFORTIFICACIÓN.

¿Recordáis la despedida de Super Ratón? [...] " Y no olviden supervitaminarse y mineralizarseeeee" :D En esta serie de post estamos hablando de alimentos biofortificados como estrategia para paliar una carencia o déficit de algún nutriente esencial (vitaminas, principalmente). Pero conviene recordar que la hipervitaminosis o excesiva acumulación de una vitamina, también tiene consecuencias, especialmente en el caso de la vitamina A, D, K y, como veremos a continuación, de la vitamina E. La razón es que al ser vitaminas liposolubles, se acumulan en los tejidos y no se eliminan fácilmente como ocurre con las vitaminas hidrosolubles.

Biofortificación II. Hierro y vitamina E
La vitamina E es liposoluble. Esto significa que es fácilmente disoluble en grasas y por tanto la encontraremos en alimentos ricos en estas, como ocurre con la vitamina A, D y K. Podemos encontrar la vitamina E en aceites vegetales (oliva, maíz, germen de trigo, girasol, cártamo, y soja). levadura de cerveza, frutos secos (como las almendras, el maní y las avellanas), semillas, hortalizas de hoja verde (como las espinacas y el brócoli), margarinas y productos para untar enriquecidos, yema de huevo, etc.

Evans y Bishop, en 1922 vieron que las ratas hembras requerían de este compuesto en su dieta para conseguir un embarazo. Por ello se la identificó como la "vitamina de la fertilidad".

También recibe el nombre de α- tocoferol (hay 8 formas pero esta es la de mayor actividad en humanos) y es una molécula antioxidante capaz de protegernos del daño celular que ocasionan los radicales libres. ¿Qué significa esto? Este daño celular está relacionado con el proceso de envejecimiento, y envejecer es un proceso natural producido solo por el hecho de estar vivos y respirar. Hay reacciones metabólicas (continuamente) en nuestro organismo que generan estas moléculas denominadas en conjunto radicales libres o especies reactivas del oxígeno. ¡Es algo natural! y vamos equipados de serie con una batería de moléculas que de forma sistemática los van eliminando de nuestro cuerpo sin mayor complicación. El problema puede ser un exceso de estos radicales por factores ambientales o un defecto en su producción / eliminación. Entre estas moléculas están por ejemplo las conocidas vitamina C, A y esta vitamina. Es fácil encontramos a la venta cápsulas y productos antioxidantes (palabra mágica) para "evitar" o "retrasar" el envejecimiento. Tratar de ser siempre joven es un objetivo para mucha gente. Tened cuidado.

Como dije antes, la hipervitaminosis también existe. Durante un tiempo, importamos de EE.UU la moda de tomar suplementos vitamínicos a tutiplén y por norma, pensando que más valía prevenir que curar. Luego se ha visto que no solo no es beneficioso sino que puede resultar perjudicial. Los suplementos con altas dosis de antioxidantes en algunos casos pueden estar relacionados con riesgos para la salud. Por ejemplo, altas dosis de beta-caroteno pueden aumentar el riesgo de cáncer de pulmón en fumadores. Dosis elevadas de vitamina E podrían aumentar el riesgo de cáncer de próstata y un tipo de ataque cerebral, además de aumentar el riesgo de defectos congénitos. Los suplementos antioxidantes también podrían interactuar con algunas medicinas así que hay que hay que andarse con ojo.

Con una alimentación saludable y variada se suministra la cantidad de vitamina E necesaria en la dieta. Sin embargo, hay casos en los que sí podría ser necesario un suplemento de esta vitamina (siempre recetado por un médico) pero no porque no queramos envejecer (ojo con el pseudomarketing), sino por algún tipo de patología. Puede darse el caso de presencia de determinados desórdenes relacionados con el metabolismo de las grasas, o bien la incapacidad de absorber grasas de la dieta (causada por la extirpación de parte o todo el intestino o estómago, enfermedad de Crohn...) o bien bebés prematuros de bajo peso.

El otro supuesto, es una imposibilidad de llevar a cabo una alimentación saludable y variada, como ocurre en algunas zonas. Los investigadores, responden a esto fortificando algún tipo de alimento con esta vitamina.


LECHUGA CON ALTO CONTENIDO EN VITAMINA E.


En 2013 salió una publicación realizada por científicos japoneses donde se producían plantas de lechuga con alto contenido en vitamina E utilizando ingeniería genética de cloroplastos.

Biofortificación II. Hierro y vitamina E

HIERRO

El hierro es un mineral esencial en el cuerpo humano, ya que transporta el oxígeno hasta los tejidos formando parte de la hemoglobina de los glóbulos rojos y de la mioglobina del músculo. Además, interviene en la estructura de muchas proteínas.


Lo malo de la deficiencia de este elemento, es que no supone un problema únicamente en zonas desfavorecidas, sino en cualquier parte del mundo. La deficiencia de hierro es una de las principales causas de la anemia ferropénica y puede deberse tanto a la ingesta insuficiente de hierro a través de la dieta como a pérdidas excesivas debidas a hemorragias, algo que las mujeres, conocemos bastante bien. Durante muchos años de nuestra vida, es posible que nos enfrentemos a episodios puntuales (o no) de anemia causada por pérdidas periódicas debidas a la menstruación. Por ello, también es frecuente que el médico nos recomiende algún aporte extra de hierro más allá de "chupar candados" como decimos por mi tierra. Además, nos limitan las donaciones de sangre al año de 4 veces como los hombres, a 3.


Las fuentes alimentarias ricas en hierro son principalmente de origen animal: yema de huevo, hígado, carnes en general (aunque mejor la roja y magra y especialmente la de res), ostras, salmón o atún. El hierro de origen vegetal existir, existe, pero es más difícil de absorber. Lo podemos encontrar en pasas, albaricoques, legumbres, verdura (brócoli, espinaca, espárragos...). Si se mezcla algo de carne magra, pescado o carne de ave con legumbres o verduras de hojas oscuras en una comida, se puede mejorar hasta tres veces la absorción de hierro de fuentes vegetales. Los alimentos ricos en vitamina C también aumentan la absorción de hierro. Ojito con algunos tipos de té, que hacen todo lo contrario.

En esta parte del mundo, disponemos de forma habitual de cereales FORTIFICADOS con hierro. Y sin ser transgénicos.

Pues bien. Debido a su precio y a la falta de disponibilidad, los alimentos ricos en hierro asimilable son parte de la típica dieta de países desarrollados, pero no de otros. Según UNICEF, alrededor de 2.000 millones de personas sufren de anemia en todo el mundo, y, en especial, anemia por carencia de hierro. Esta es una de las principales causas de mortalidad materna y de deficiencias cognitivas en los niños pequeños, que pueden afectar posteriormente su desarrollo motriz y su rendimiento escolar.

Ya contamos con varios cultivos cuyo contenido de hierro se encuentra incrementado. Os traigo tres ejemplos:

1. ARROZ CON ALTO CONTENIDO EN HIERRO


Según recogió Nature el pasado 2012, científicos japoneses lograron un arroz con mayor contenido en hierro (de forma natural tiene muy poco hierro biodisponible). Para ello, abordaron el objetivo utilizando 3 técnicas distintas. Incorporando elementos genéticos para mejorar el almacenamient ode hierro en los granos mediante la expresión de la proteína ferritina. Por otro, mejorando el transporte del hierro aumentando la producción de un quelante natural, la nicotianamida. Un quelante es una molécula capaz de unirse a metales. El último método se basa en mejorar la entrada de hierro en el endospermo a través de un transportador específico. Los resultados de esta investigación indicaron que las semillas obtenidas tenían entre 4-6 veces más hierro que las convencionales.

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2. PLATANO ENRIQUECIDO EN HIERRO

El Prof. Dale, líder del grupo que ha creado el plátano enriquecido en vitamina A, cedió los genes responsables a investigadores de cinco institutos de la India para que estos desarrollaran plátanos de variedades locales enriquecidos en vitamina A y además en hierro.

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3. JUDÍAS ENRIQUECIDAS EN HIERRO

Biofortificación II. Hierro y vitamina E

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