Porque es así. "Transgénicos no", pero no renunciamos a productos cotidianos que sí lo son (léase los billetes de euro, ropa de algodón, algodón sanitario, líquidos limpiadores de las lentillas, insulina, detergentes...). Ah, un momento, que estamos hablando de transgénicos en la alimentación ....¿Y qué?
"La opinión tan negativa que tiene la sociedad sobre los cultivos transgénicos no se corresponde con la realidad que de ellos reflejan los múltiples estudios e informes científicos. Los datos actuales desmienten la gran mayoría de los posibles riesgos que se esgrimen:
- Los cultivos transgénicos autorizados no plantean ningún problema de salud pública, ni de toxicidad, ni para los humanos ni para otros organismos. De hecho, son los cultivos más controlados y, a diferencia de los otros, aún no se ha documentado ninguna alerta alimentaria debida a su condición de transgénicos."
[...] Biotecnología en el menú (pág 110)
José María Seguí Simarro, es doctor en Biología y su obra de investigación se centra en el campo de la biología y la biotecnología vegetal. Actualmente es profesor del Departamento de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia e investigador del Instituto para la Conservación y la Mejora de la Agrodiversidad Valenciana (COMAV). Su obra "El siglo de oro de la biotecnología vegetal" fue galardonado en 2010 con el Premio Prismas Casa de las Ciencias al mejor texto inédito de divulgación científica.
El original de "Biotecnología en el menú" fue publicado el año pasado en valenciano y la gran aceptación que ha tenido ha hecho que se publique la versión en castellano. Esta obra fue galardonada con el "Premi Europeu de Divulgación Científica Estudi General". que concede la Universidad de Valencia.
A lo largo de 7 capítulos, el autor hace un repaso completo y perfectamente documentado sobre las plantas transgénicas ¿qué son y qué no son?¿qué nos aportan? ¿qué opina la sociedad? Me parece muy importante que la mayor parte del libro esté enfocada a desmentir los mitos que rodean a las plantas transgénicas (salud, medio ambiente, dependencia de los agricultores) y al análisis de ¿por qué la realidad no llega a la opinión pública? al fin y al cabo, el debate no es científico sino social y político-económico.
Mención especial merece el capítulo 6 "Consecuencias de la desinformación":
"Los riesgos asociados con una percepción errónea de la realidad pueden llegar a ser más preocupantes y nocivos que los riesgos reales que estas nuevas tecnologías puedan implicar."
Biotecnología en el menú (pág 167)
"Como si de un círculo vicioso se tratara, los mensajes antitransgénicos cargados de ignorancia científica y de fanatismo a partes iguales no hacen sino fomentar esta misma ignorancia y fanatismo en quienes los reciben"
Biotecnología en el menú (pág 171)
El autor hace uso de un lenguaje muy claro y unos conceptos muy asequibles para cualquier tipo de lector. La lectura es rápida y amena, enriqueciendo el texto con algunas ilustraciones y fotografías que aclaran y completan el contenido. Los razonamientos son muy interesantes y, como he dicho al principio, muy bien documentados, lo cual no hace más que darle fidelidad y objetividad a lo que aporta.
En definitiva, para los que saben (y los que no) lo que son las plantas transgénicas, sus usos y aplicaciones y el rechazo injustificado que provoca en la sociedad europea actual, para todos, Biotecnología en el menú. Manual de supervivencia en el debate transgénico es un libro altamente recomendable.