La propuesta de este mes era preparar ese plato tan especial que siempre hemos querido preparar y no hemos encontrado el momento, esa receta que vimos una vez en una peli y no nos hemos atrevido a hacer, esa receta que nos llamó la atención en esa película que tantas y tantas veces hemos visto y que siempre nos quedamos con las ganas de probar...¡bien! Pues yo tenía clara, desde el minuto uno, cuál iba a ser mi película romántica.
Quedaba comprobar si cumplía con las tres condiciones:
- La película podía ser española o extranjera, de dibujos animados… pero de amor. Cumplido, extranjera y de amor
- La receta tenía que ser especial para enamorar a esa persona que teníamos en mente. Cumplido. ¡A mi me enamora!
- Intentar, en la medida de lo posible, adaptarla a la cocina TS. Cumplido. De hecho los vendía Bimbo en mi niñez..
¡Bien! ¡Vamos bien! jejejejeje. Pues nada, ha llegado la hora de descubrir de qué peli estamos hablando...Veréis...no tengo más que deciros que soy una enamorada de Pixar y, desde que vi WALL-E, me pareció el robot más adorable y tierno del espacio sideral y ¿quién puede negar su historia de amor con EVA?
La trama sigue a un pequeño robot de la línea WALL-E, diseñada para limpiar la basura que cubre la Tierra después de que fuese devastada y abandonada por el ser humano en un futuro lejano. Nuestro pequeño amiguito se enamora de EVA, una robot tipo sonda y combate, que es enviada al planeta para investigar si existen indicios de vida, lo cual significaría que el lugar puede ser nuevamente habitado por la humanidad. Una vez que consigue su objetivo y encuentra una planta, EVA se dirige rápidamente a la nave de la que provino, Axioma, por lo que WALL-E la sigue al espacio exterior en una aventura que cambia el destino de ambos para salvar a la naturaleza y a la humanidad...¡Y QUE VIVA EL AMOR!
Habré visto la peli cientos de veces pero nunca me había dado cuenta de que, en una de las primeras escenas, WALL-E le lanza a su "mascota", esa pequeña cucaracha que le acompaña siempre, un bizcochito envasado y relleno...
¡Y de repente me vino un recuerdo a la memoria de mi niñez! ¡Yo tomaba esos bizcochitos rellenos para merendar! ¡Y los adoraba! Me encantaba morderlos por el punto del relleno y que se viera el interior...¡oooooohhhhhh! En USA se conocen como twinkies pero en España los fabricaba Bimbo con el nombre "Bucanero" y, posteriormente, pasaron a llamarse "Círculo Rojo". Así que no me lo pense dos veces y dije ¡esta va a ser la receta! ¡No sabéis lo bien que me lo he pasado!
Ingredientes para la masa: 100 g harina; 1 cucharadita levadura Royal; 2 cucharadas leche; 40 g mantequilla; 1 sobre de azúcar avainillado; 5 huevos grandes (temperatura ambiente); 12 cucharadas azúcar granulada; aceite para untar los moldes.
Ingredientes para el relleno: 250 ml nata; 30 g azúcar glas.
Preparación: Comenzar preparando los moldes si no tenéis (como yo). Doblar un papel de aluminio por la mitad y después de nuevo por la mitad de forma que nos quede un rectángulo de unos 15 x 18 cm. Yo he usado un bote de especias como "molde". Colocar encima del papel y doblar los extremos rodeando el bote y después los otros dos extremos para cerrar el molde. Preparar 10 moldes y engrasar con un poco de aceite.
Precalentar el horno a 175 ºC. Unir la harina y la levadura. Calentar la leche con la mantequilla en el microondas hasta que se derrita y tapar para que se mantenga tibio.
Separar los huevos, poner las claras en el bol de la planetaria y batir junto con 6 cucharadas de azúcar y el azúcar avainillado hasta que la mezcla se vea consistente y forme picos suaves.
En otro bol batir las yemas con las otras 6 cucharadas de azúcar hasta obtener una crema (unos 5 minutos). Incorporar las claras batidas al bol de las yemas pero sin mezclar. Añadir la harina y la levadura y batir a baja velocidad durante unos segundos. Añadir la mantequilla derretida con la leche y batir a baja velocidad. Rellenar los moldes dejando al menos un dedo hasta la superficie ya que van a subir. Hornear hasta que estén ligeramente dorados y cocidos (unos 15 minutos).
Mientras, batir la nata bien fría con el azúcar glas. Rellenar una manga pastelera.
Sacar del horno los bizcochitos y dejar enfriar sobre una rejilla. Desmoldar con cuidado. Para rellenarlos, introducir un palito grueso (yo he usado un palillo de esos de comida china) 3 veces por debajo para que no se note cuando los sirvas. Rellenar el hueco con la nata teniendo cuidado de no romper el bizcochito.
Os aseguro que casi lloro de lo ricos que están...¡madre mía! Pues con esta receta tan añorada y esta peli tan romántica participo en la iniciativa #cocinadecine y estoy deseando ver el resto de mis compañeras y sus historias.
Y os dejo con la escena del juego amoroso entre nuestros dos protagonistas...¡aiiiiiiiiiiiiiiii!