Ya está aquí, ya llegó, un mes más ¡el #Asaltablogs! y lo hace en su versión más especial del año, el #Asaltablogs invisible y navideño en el que todos nos atacamos a todos sin que nadie sepa quién va a ser su ladrón.
O casi nadie, porque resulta que a mi me ha tocado Gallecookies, ¡el mismo que el año pasado!, ¡no es coña!. ¿Cuantas probabilidades había?. Seguro que no es difícil hacer el cálculo, pero me da pereza, en cualquier caso, ¡parecía imposible y me ha vuelto a tocar!. Por cierto, el año pasado le robé unas gominolas de cava muy navideñas y coloridas que puedes ver aquí.
Y encima resulta que fue un blog ya asaltado, con lo cual mi conocimiento acerca del mismo y de Iratxe, que es la autora, comienza a ser enciclopédico y, por tanto, tenía muy claro que tenía un buen contenido, una buena despensa en la que abastecerme. Por cierto, a la autora ya la hice una entrevista con motivo del asalto "reglado" y si pinchas aquí, el enlace te llevará a él y al final del mismo está el texto de la entrevista para que puedas conocerla un poco más y mejor.
La verdad es que no me viene mal que sea un blog "dulce", pues no suelo ir por ese camino y aunque no soy goloso, muchas veces os digo que me gustan mucho los bizcochos y más en invierno. Me gustan como desayuno y, sobre todo, como acompañamiento para un café de media tarde mientras observo por la ventana a gente caminar bajo la lluvia y el frío... si, ya sé que decir esto no es políticamente correcto y me hace parecer una mala persona, pero tranquilos, el karma me suele compensar con horripilantes martes llenos de sobresaltos y en cualquier caso resulta que este año ni hace frío ni llueve y la gente no camina encogida por las calles... cachis... ¿será cosa del karma?, ¿soy culpable del cambio climático?
En fin, que revisando las referencias bizcocheras de Iratxe no pude resistirme a un bizcocho de chocolate (muy negro) y café (muy fuerte) que me ha encantado por varios motivos:
- Es muy jugoso y se conserva muy bien bastante tiempo.
- No es muy dulce, es bastante "poderoso".
- Tiene una fotogenia... difícil.
- Combina maravillosamente con un café y es ideal para comértelo en una habitación seca y calentita mientras observas a los demás bajo la lluvia... sufriendo... mojándose... tiritando.
Ingredientes: (Fui absolutamente fiel a la receta original, salvo que aumenté las cantidades un 33% para que se adaptaran mejor al tamaño de mi molde, que ya que me compré uno muy cuqui de un preciosísimo color azul, pues tenía que usarlo, ¿no?).
- 173 ml. de aceite de girasol.
- 173 g. de harina.
- 160 g. de azúcar moreno.
- 4 huevos talla L.
- 80 g. de cacao en polvo.
- 1 cucharadita (y 1/3) de levadura en polvo.
- 27 ml. de leche.
- 27 ml. de café fuerte (se refiere a un café líquido, listo para beber).
Elaboración (hasta el quinto paso es igual que la de Iratxe):
1.- Precalentamos el horno a 180ºC y engrasamos el molde que vayamos a usar.
2.- Tamizamos la harina junto el cacao y la levadura. Reservamos.
3.- Mezclamos la leche con el café. Reservamos.
4.- Batimos los huevos junto con el azúcar hasta que estén espumosos. Añadimos entonces el aceite sin dejar de batir. Agregamos la mitad de la harina con el cacao y una vez se hayan integrado añadimos la leche con el café y seguido el resto de la harina. Batimos lo justo para obtener una masa homogénea.
5.- Vertemos la masa en el molde y horneamos a 180ºC durante 50 minutos o hasta que al pinchar con un palillo en el centro, este salga limpio. Dejamos templar un poco en el propio molde y a continuación desmoldamos sobre una rejilla para que se enfríe del todo.
6.- Luego observamos que tiene una presencia inquietante y amenazadora. Es el lado oscuro de un bizcocho, es el bizcocho de Darth Vader, por lo que decido espolvorear por encima azúcar glas y cacao en polvo.
7.- El azúcar glas y el cacao en polvo, por si solos, tienen una capacidad infinita para llegar a todas partes, pero es que juntos y esparcidos a cascoporro sobre un bizcocho en una tabla pueden ser el camino más corto hacia un cisma familiar y el colapso del motor de tu cámara por la cantidad de polvo en el ambiente.
El mejor acompañamiento para un bizcocho que lleva café es... ¡un café!
8.- Luego haces las fotos, guardas el bizcocho y te tiras tres horas limpiando restos de cacao de lugares imposibles.Consideraciones:
En serio, probad a hacerlo un día de perros, poneos cómodos y sentaos con un buen trozo y una taza de humeante café y para finalizar una copita de algún buen vino dulce. Envolveos en una manta y asomaos a la ventana a mirar a la gente correr bajo la lluvia, evitar charcos y guarecerse bajo cualquier cosa.
Disfrutaréis mucho, os sentiréis malas personas y el siguiente martes os pasará algo horrible, ¡pero habrá merecido la pena!