Mi hijo Nacho es un entusiasta consumidor de Coca-Cola y aprovechando que hoy es San Ignacio he decidido sorprenderle con esta deliciosa tarta-bizcocho.
La archifamosa Coca-Cola fue en sus inicios, en 1886, una medicina patentada por John Pemberton en la farmacia Jacobs de Atlanta (Georgia). Estaba elaborada con una mezcla de hojas de coca y semillas de nuez de cola, de ahí su nombre, y se indicaba como analgésico y para controlar las naúseas.
Su fórmula, denominada 7X es un secreto comercial depositado en un banco de Atlanta. Siempre ha circulado la leyenda de que su fórmula secreta tan sólo es conocida por dos personas en el mundo. Pero, aunque cualquier persona se hiciera con ella y reprodujera la popular bebida, ¿creéis que se podría competir contra la todopoderosa Coca-Cola Company para producir y distribuir la bebida a escala mundial?
Para 8-10 personas:
- 250 g de harina
- 75 g de cacao en polvo Valor
- 200 g de azúcar morena
- 1 cucharada de levadura química tipo Royal
- 1 cucharada de vainilla líquida
- 2 huevos
- 200 mL de Coca-Cola
- 250 g de mantequilla
- 200 mL de leche
- 200 g de queso batido o de untar (tipo philadelphia)
- 100 g de cacao en polvo
- 100 g de azúcar glas
- 10 cucharadas de Coca-Cola
Se baten los huevos con el azúcar hasta que quede una mezcla esponjosa y doble su tamaño. Yo lo hice con varillas eléctricas.
Se añade la vainilla y la leche y se remueve. Se incorpora la Coca-Cola y la mantequilla fundida y se mezcla todo. Se va precalentando el horno con calor arriba y abajo a 180ºC.
Una vez mezclados los ingredientes húmedos pasamos a los secos. Se agrega la harina tamizada, la levadura y el cacao en polvo. Se vierte la mezcla en un molde engrasado y se hornea a 180ºC durante unos 45-50 minutos.
Masa del bizcocho
Bizcocho horneado
Para cubrir el bizcocho con la cobertura es necesario que no esté caliente. Preparamos el glaseado o cobertura mezclando en un bol el queso de untar con el azúcar glas y el cacao en polvo. Al principio parece un cemento, pero si vais añadiendo la Coca-Cola progresivamente (yo añadí unas 10 cucharadas) va tomando consistencia cremosa.
Se cubre con la glasa y se degusta o bien se introduce en la nevera para que la cobertura se endurezca. Está delicioso, aunque el sabor de la Coca-Cola pasa más desapercibido en el bizcocho y es más pronunciado en la cobertura.