Este bizcocho lo podríamos considerar un postre de aprovechamiento. Muchas veces utilizamos la yema de huevo y luego no sabemos que hacer con las claras, siempre se nos ocurre hacer los típicos merengues, pero ya no tenemos escusa, si tenemos claras podemos emplearlas en un rico bizcocho, esponjoso, tierno, ligero y muy suave, con un gran aporte proteico.
Para este bizcocho he utilizado un molde pequeño, tipo plum-cake de 20cm. de aluminio, porque al subir se agarrará mejor. Es un bizcocho que no crece demasiado, pero suficiente para 2 o 3 personas. Además no lleva ningún tipo de grasas, por lo que obtenemos un bizcocho muy ligero. Las fotos hablan por sí solas, aquí podéis ver la esponjosidad interior.
Ingredientes:
-6 claras de huevo
-50 gr. de azúcar glass
-70 gr. de azúcar común
-60 gr. de harina con levadura
-unas gotas de zumo de limón
-un pellizco de sal fina
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180º y preparamos el molde que vayamos a utilizar poniendo papel vegetal en su base.
Mezclamos la harina, el azúcar glass y la sal en un recipiente, luego la pasamos por un colador para tamizar.
Por otro lado montamos las claras con las gotas de limón, cuando ya la tengamos semimontada vamos incorporando el azúcar común de tres veces, continuamos batiendo hasta formar picos y al dar vuelta el recipiente, la mezcla no caiga.
Ahora vamos incorporando los ingredientes secos sobre las claras montadas, poco a poco y mezclamos con movimientos envolventes hasta que todo se haya integrado totalmente. Con esta mezcla rellenamos el molde que habíamos preparado, sin engrasar. Lo introducimos en el horno a altura media durante 45 minutos. (siempre comprobar con una brocheta en el interior del bizcocho, si sale limpio ya estará cocido). Pasado el tiempo de cocción, dejamos enfriar el bizcocho, boca abajo sobre una rejilla, durante unos diez minutos. Pasamos ligeramente un cuchillo alrededor del molde y desmoldamos, quitamos el papel de la base y dejamos enfriar totalmente.