Si me dijeran, "cierra los ojos y piensa en algo que te gustaría comer ahora mismo", casi seguro que fuera la hora que fuera sería un bizcocho, me encantan, y hay tantas y tantas maneras de hacer bizcocho. Es una gozada hornearlo en casa, no supone casi tiempo y todos, niños y grandes lo agradecemos para un desayuno, para llevar al cole de almuerzo, para merendar, con un café de media tarde...
Éste en concreto es de un fantástico libro que me regalarón hace unos meses "Bizcochos" de webos fritos, con ese título no podía dejarlo pasar, y ha merecido la pena porque me ha dado muchas ideas y mas ganas todavía de hacer bizcochos.
INGREDIENTES3 huevos50 gr. de azúcar220 gr. de leche condensada1 yogur natural 100 gr. de aceite (girasol u oliva suave)una cucharadita de esencia de vainilla240 gr. de harina10 gr. de levadura100 gr. de pepitas de chocolate
En un bol grande batimos con las varillas eléctricas los huevos y el azúcar, mas o menos 5 minutos.
Añadimos la leche condensada, el yogur, el aceite y la esencia de vainilla, batimos mas despacio 2 minutos hasta que lo tengamos todo bien mezclado.
La harina que la tendremos tamizada con la levadura la añadimos a la anterior preparación y también las pepitas de chocolate (yo no tenía en ese momento en casa pepitas de chocolate y como no me pude esperar a hacer el bizcocho otro día, cogí una tableta de chocolate con leche y partí una parte en trocitos pequeñitos).
Integramos todo con la ayuda de una espátula (ya no usamos la batidora de varillas).
Vertemos la masa en un molde de plum cake engrasado y metemos en el horno precalentado a 180º unos 40 minutos.
Desmoldar en cuanto temple un poco.