El bizcocho es un magnífico recurso para el desayuno o la merienda. Es delicioso tomado solito o bien mojado en el café con leche o en el chocolate.
No hay cultura en el mundo que no tenga una receta de bizcocho en su acervo particular. La palabra bizcocho procede del latín "bis coctus", es decir cocido dos veces. Hoy en día ya no se prepara con la doble cocción, en su momento necesaria para conservar el bizcocho más tiempo, pues era alimento de viajeros y navegantes.
Hay testimonios en tumbas egipcias de la existencia de un alimento similar al bizcocho, datadas en el siglo X a.C, o sea que estamos ante un alimento veterano.
El más conocido sea quizás el bizcocho cuatro cuartos en el que se parte de 4 huevos y se añade su peso en azúcar, harina y mantequilla. También se prepara mucho el bizcocho genovés, muy ligero y apto para rellenar en tartas con pisos.
Hay tres ingredientes que no deben faltar en un bizcocho: los huevos, el azúcar y la harina de trigo. Además se incorporan otros ingredientes adicionales: la grasa (mantequila o aceite), la levadura y multitud de aromatizantes y acompañamientos como frutos secos o frescos, chocolate, canela, vainilla, agua de azahar o de rosas...
Hay una norma fundamental para la preparación de bizcochos: siempre se debe comenzar por el batido de los huevos con el azúcar. Según la receta utilizaremos los huevos enteros o bien separaremos las yemas de las claras. El buen batido de los huevos con el azúcar, operación denominada "blanqueo", es uno de los condicionantes del buen resultado final.
Yo primero adiciono a la mezcla de huevos y azúcar los ingredientes húmedos, es decir, la grasa, el yogur... y luego voy incorporando los secos, a saber, la harina y la levadura. La harina debe ser de trigo, no de fuerza, pues no sube el bizcocho y siempre la tamizo con un colador para airearla.
La temperatura del horno rondará los 175-180ºC, con calor arriba y abajo y el bizcocho se pondrá en la parte intermedia. No se debe abrir el horno hasta que no haya subido la masa por el centro. Las magdalenas y cupcakes tienen tiempos de cocción cortos, de unos 15 minutos, mientras que los bizcochos grandes rondan los 40-45 minutos. Siempre es bueno pinchar el bizcocho con la punta de un cuchillo o aguja y comprobar si sale limpia y seca. Eso es señal de que la cocción ha terminado.
Para 8-10 personas:
- 1 yogur Activia con trozos de pera
- 3 huevos
- 1 contenido del vasito de yogur de aceite de oliva
- 2 vasitos de yogur de azúcar blanco
- 3 vasitos de yogur de harina de trigo
- 1 sobre de levadura tipo Royal
- la ralladura de una lima
- harina y aceite para engrasar el molde
Se baten los huevos con el azúcar hasta que se blanqueen, es decir, hasta que suban los huevos y queden espumosos. Se puede hacer con ayuda de una batidora eléctrica.
Se precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo (yo lo hago con la opción de aire, que requiere un poco menos de temperatura)
Se incorpora el yogur y el aceite y se sigue mezclando bien la masa. Por último se añaden los ingredientes secos: la harina tamizada y la levadura y se remueve bien hasta que quede una masa homogénea.
Se prepara el molde poniendo mantequilla derretida o aceite por las paredes y espolvoreando con harina. Se vierte la masa en el molde y se introduce en el horno caliente. Atención: la masa nunca debe superar los 2/3 del molde, pues corremos el riesgo de que se desparrame en el interior del horno al ascender por efecto del calor sobre la levadura.
Se mantiene la cocción durante unos 40-45 minutos. Se deja enfriar encima de una rejilla.
Otras recetas de bizcochos en este blog (pincha y te lleva a la receta):
- Bizcocho de Óscar
- Bizcocho de las Carmelitas Descalzas de Sevilla
- Bizcocho de limón de la abuela
- Bizcocho aromático de zanahoria y canela
- Bizcocho de chocolate intenso a la naranja
- Bizcocho de nueces con glaseado