Tenía muchas ganas de hacer este bizcocho. Para mi, la mejor comida del día es el desayuno. Todos los días desayuno como si estuviera de vacaciones; me regalo 15 minutos sentada, con la radio puesta escuchando las noticias a las 7 de la mañana y me "aprieto" un kiwi, una tostada de pan con tomate rallado y aceite de oliva, un zumo de naranja, un café con leche (de soja) y, a continuación, lo dulce, galletas, bizcocho...
A mis alumn@s siempre les doy "la brasa" con el desayuno. No os podéis imaginar la cantidad de adolescentes que afrontan las 6 horas de clase diarias sin haber desayunado. Necesitamos combustible por la mañana y como se dice aquí en España: Hay que desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo.
Me gusta preparar bizcochos para el desayuno o la merienda. Así, si sobra, los chicos y yo nos llevamos un trocito para el recreo.
Para un bizcocho alargado:
- 150 g de chocolate para postres
- 200 g de azúcar
- 150 g de harina
- 150 g de mantequilla
- 1 sobre de levadura química tipo Royal
- 3 huevos
Se baten las 3 yemas con el azúcar hasta que quede una textura cremosa. Se agregan 100 g de la mantequilla derretida y se mezcla todo. Se precalienta el horno con calor arriba y abajo a 175ºC.
Se incorpora la harina tamizada y la levadura. Se baten las claras a punto de nieve (esta operación la hace siempre en casa mi hijo Álvaro) y se añaden a la masa.
Se derrite el chocolate junto con 50 g de mantequilla al baño María o en el microondas a no muy alta potencia.
Se divide la masa en dos partes y se añade el chocolate a una de ellas. Creo que no deben ser iguales las cantidades. Fijaos en que mi bizcocho tenía las dos partes de masa iguales y predomina el chocolate. Será mejor dejar más cantidad de masa blanca.
Se engrasa un molde alargado con mantequilla y se vierte un poco de masa blanca, luego se pone la masa de chocolate y se acaba con la masa blanca. Se introduce un cuchillo para mezclar levemente las dos masas.
Se hornea durante 40 minutos a 170-180ºC. Se desmolda y se espolvorea con azúcar glas, si se desea.
Se acompaña de un café con leche o de un buen chocolate calentito.