Este bizcocho lo lleve a Lleida para comerlo en la comida familiar que hicimos en Enero, para celebrar la Navidad ya que este año no la hemos pasado allí.
Queda con una textura parecida a brownie, pero sin harina, azúcar, lácteos o mantequilla, y ara nada se nota la textura o sabor del garbanzo que es el ingrediente que se utiliza para su elaboración.
Os animo a probarlo ya que os sorprenderá.
Dedico este postre tan rico a mi papi que hoy cumple 80 años.
250 gr. de garbanzos cocidos (pueden ser de bote ya cocidos o cocerlos nosotros mismos sin sal)
1 taza de chocolate negro 70% cacao sin azúcar ni lactosa, o bien la cantidad proporcional de cacao puro en polvo
1 cucharadas sopera de estevia líquida u otro edulcorante de nuestro gusto
1/2 cucharadita de levadura en polvo
1 puñado de nueces peladas y troceadas, o almendras o avellanas higos secos dátiles o una mezcla de varios
Opcional: canela, cardamomo, jengibre, esencia de vainilla
Precalentar el horno a 180º C.
En el caso de usar chocolate para fundir, ir calentándolo al baño María o en el micro hasta que se funda
Batir los huevos y añadir los garbanzos. Batirlo todo bien hasta que quede una textura fina. Si se hace con una batidora de vaso o robot de cocina será mucho más rápido.
Añadir el endulzante elegido y la levadura en polvo.
Finalmente añadir el chocolate fundido o el cacao y los frutos secos troceados.
Opcionalmente se puede añadiralgunas especias para disimular todavía más el sabor a garbanzo, que ya va a desaparecer gracias al chocolate, o bien para darle toques de sabor diferentes cada vez que lo preparemos: canela, cardamomo, jengibre, esencia de vainilla, ralladura de naranja, etc.
Preparar un molde. Si no es de silicona como el mio, lo engrasaremos con aceite.
Meter al horno y dejarlo unos 30 minutos a 180º C. Pinchar con una brocheta o palillo para comprobar que este hecho. Después sacarlo del horno y dejarlo enfriar encima de una rejilla.