Hace un par de semanas estuvimos almorzando en este sitio tan encantador y con una personalidad tan marcada, que lleva ya un año instaurado en el barrio de Chamberí. Su dueña Pilar, ha sido la encargada de hacer este lugar tan acogedor con muebles diseñados por su hermano, donde el acero y la madera son los protagonistas, que contrastan muy bien con el blanco de las paredes y los jarrones de flores que decoran todas sus mesas. Los grandes ventanales aportan mucha luz a todo el local, que se encuentra distribuído en dos plantas, con una gran barra en la inferior donde también se puede comer.
Su carta, escrita a mano dentro de una funda de papel craft, apuestan por cambiarla para adaptarla a la temporada (la última vez fue a principios de esta primavera) y se decantan por una oferta de platos nacionales perfectos para compartir como jamón ibérico, anchoas, jamón de pato,espárragos verdes a la plancha con jamón o salmón ahumado; y otras recetas más exóticas e internacionales como hummus, guacamole con nachos o provolone. Además una gran variedad de ensaladas que son lo que más abunda en la carta.
De lunes a jueves tienen alguna sugerencia fuera de carta, así como la pasta del día, a la que varían la salsa y los viernes un plato especial a 8.5€.
Nosotros pedimos para compartir el wok estilo thai, que resultó bastante sabroso, con los fideos en su punto y bien cocinados.
Para continuar, no hay muchas carnes en su carta, pero su plato estrella, dicho por la propia Pilar, es la hamburguesa especial de ternera, que en algún caso la hemos encontrado dentro del ranking de las mejores de Madrid.
Pero nosotros pedimos el curry de pollo estilo Kerala con arroz aromatizado basmati y el tartar de salmón con guacamole, wasabi y salsa de soja. Ambos platos presentan sus ingredientes por separado para poder mezclarlos a nuestro gusto. En el caso del curry de pollo, es muy diferente a lo que suelen ofrecer otros locales, ya que es un estofado en toda regla que está guisado con curry como especia predominante y queda bastante suculento al mezclarlo.
Y por su parte el tartar, también es recomendable removerlo hasta que hayamos deshecho la presentación. Las cantidades vienen medidas para que la mezcla sea equilibrada, pero en el caso de la soja, es mejor añadir poco a poco para que no mate sabores, y ni que decir del wasabi.
La carta de postres presenta fruta del día como piña o papaya y los demás son una apuesta segura de dulces caseros: helados, tarta de queso y brownie. La tarta de queso casera estaba bastante deliciosa.
Precio medio: 20-25 euros
¡FELIZ SEMANA!Blanca, 6
c/Blanca de Navarra, 6
Zona Chamberí
Madrid
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