Con Martin Scorsese en la producción ejecutiva y Terence Winter (escritor y productor de "Los Soprano") adaptando la historia, es imposible que la serie saliese mal. Sólo hace falta echar un vistazo al capítulo piloto, con su fotografía y guión, para decir "se nota quién anda detrás".
Boardwalk Empire (un título que me costó coser a mi cerebro) está ambientada en Atlantic City en los años 20, en el periodo de la Ley Seca. No le falta ningún ingrediente: estrategias políticas, corrupción policial, guerra de mafias... Y también personajes históricos, entre los que se encuentran el Señor Torrio y por entonces su mano derecha Al Capone. Probablemente la historia que viene después de estos doce capítulos es la que ya conocemos, por lo que irnos unos meses atrás no está nada mal.
Leí en una web que "el guión es tan bueno que casi da miedo". Bueno, no hay que cagarse, pero sí, es impresionante. Y hay que tomársela como en su día nos tomamos "Los Soprano", como una película muy larga, con la sensación de que no pasa nada y a la vez pasan millones de cosas. Y a elegir vuestro personaje. Yo me quedo con la compleja psicología de Margaret Schroeder (Kelly MacDonald) y la lucha interna de Jimmy Darmody (Michael Pitt). Siento no quedarme con Nucky Thompson, pero es que el nivel sopranero es demasiado alto. Dudo mucho que alguien pueda superar el despliegue de matices de Tony Soprano.
Si os gusta Scorsese, "Los Soprano" y por extensión toda historia en la que ande metido un gánster, no os la perdáis.