Era extraño que no hubiera puesto aún aquí alguna canción de Bob Dylan, cantante con el que he crecido, que he amado y odiado, pero que siempre he respetado a la altura de los altares.
Desde pequeñajo flipé en colores con Blowin In The Wind (aunque nos la hicieran tragar como canción de misa), Hurricane o Like A Rolling Stone, pero si alguna me enamoró de verdad, aunque fuera más recientemente, fué esta, por bonita, por melancólica, y por la sencilla razón que es dylaniana en estado puro.
Me encandiló también la cover en catalán que hicieron de ella Gerard Quintana & Jordi Batiste, como Els miralls de Dylan, respetándola desde la admiración más total, cosa que era evidente.
Verle en directo creí que sería mi sueño cumplido, en ese extinto Doctor Music Festival, en el año 1998 para ser más exactos, pero fué todo un desastre, en que todas las canciones eran irreconocibles, en que la pedantería y el mal humor de este genio quedaron más que latentes, con mi decepción total al respecto.
Este año en el FIB podría ser una buena oportunidad de reconciliación, aunque creo que no será así, aún así, quien sea más completista y tal, esta canción se volvió a grabar a dúo con Johnny Cash, sin perder un ápice de su magia.