Escocia es una tierra donde la naturaleza y el misterio se dan la mano, un lugar de mitos y leyendas que tienen algo en común: una parte de realidad ineludible. Pocos sitios representan mejor esa unión entre lo natural y lo misterioso como Boleskine House, una mansión que se encuentre en Foyers, a orillas del lago Ness, hoy deshabitada, pero que sigue guardando muchos misterios en su interior...
En la orilla sur del mítico Lago Ness, en las tierras altas de Escocia, se encuentra una pequeña villa llamada Foyers. Un lugar recóndito de extraordinaria belleza paisajística, dominada por el lago, los verdes montes que lo rodean, las famosas cascadas y los espesos y gigantescos bosques en los que a veces no penetra la luz, ni siquiera en los pocos días soleados. Es allí, al fondo de uno de estos frondosos bosques, donde Aleister Crowley encontró The Boleskine House, la que sería su mansión más querida.
Crowley era un personaje muy pintoresco que vivió a finales del siglo XIX y principios del XX en Inglaterra. Interesado desde pequeño por el esoterismo y las ciencias ocultas, Crowley se convirtió en un ritualista y mago negro, generando toda una leyenda tétrica a su alrededor. Cuentan que se llamaba a sí mismo la Bestia 666, y que muchos veían en él a un auténtico demonio. Sin embargo, como veremos después, su figura ha sido seguida por muchos, desde Los Beatles hasta Jimmy Page o Black Sabbath.
Crowley buscaba un lugar apartado de la civilización donde realizar sus rituales oscuros, y cuando llegó a Foyers supó que aquel era su sitio. Boleskine House era una mansión muy grande y vistosa, levantada en el siglo XVII sobre las ruinas de una antigua iglesia que fue quemada con todos los feligreses e incluso el párroco en su interior. Seguramente esto sería algo determinante para que Foyers decidiese permanecer allí, puesto que buscaba un lugar de poder, donde las presencias oscuras y esotéricas fuesen muy fuertes. Y parece que en aquella casa lo eran.
Si la casa ya tenía una historia truculenta antes de que este personaje oscuro la adquiriese, su llegada la extendió aún más. Cuentan que Crowley realizó un ritual satánico en la casa, siguiendo los pasos que le había dictado un demonio que se le apareció en El Cairo, en uno de sus muchos viajes en busca de lo desconocido. Algo salió mal en el ritual, y parece que Crowley dejó abiertas las puertas de nuestro mundo a unas criaturas demoníacas y oscuras, que convertirían su estancia en la casa en un auténtico infierno.
Y es que todos a su alrededor empezaron a enloquecer desde ese momento, desde el servicio hasta su propia mujer, que se volvió alcohólica. Crowley no quería cesar en sus rituales (en los que, según algunos, a veces se incluían sacrificios humanos), pero tras tres años en Boleskine House decidió vender la vivienda. Después de pasar por varios dueños (alguno de ellos acabó suicidándose, no sabemos si por influencia de la casa), Boleskine House fue adquirida por el famoso guitarrista de Led Zeppelin, Jimmy Page.
Page estaba totalmente obsesionado con la figura de Aleister Crowley y no dudo en pagar una gran suma para adquirir la mansión, en donde dicen que se vestía con los mismos ropajes que el mago negro y paseaba así por las estancias de noche, llamando a los espíritus. No sabemos si le escucharían, pero el caso es que a Page también le empezaron a ocurrir desgracias desde ese momento, relacionadas sobre todo con sus hijos, y acabó vendiendo la casa en 1990.
Boleskine House sigue siendo propiedad privada, pero muchos amantes de lo desconocido y pretendidos ocultistas siguen acudiendo a sus alrededores para estar cerca de la mansión y sentir esa energía negativa que sus dueños dicen que impregnaba el ambiente de la casa. En el pueblo cuentan que hay un pasadizo secreto que une Boleskine House con un cementerio cercano, situado en medio del bosque. Allí, según dicen, cada noche de luna se reúnen grupos de lo más variopinto, para celebrar extraños rituales.
Lo único que tenemos seguro es que Boleskine House es uno de los puntos más enigmáticos y misteriosos de Escocia, que ya es decir, y que su historia, cierta o no, seguirá atrayendo a cientos de personas, que de paso descubrirán la hermosura de los paisajes escoceses que la rodean.