Pero al mal tiempo buena cara y nada mejor para alegrarme que estos deliciosos bollitos de cardamomo rellenos de nata. A estos bollos se los conoce como Semlor o Semla y son de origen nórdico, están hechos de leche y mantequilla, aromatizados con cardamomo, rellenos de una crema de mazapán y nata montada. Se comían tradicionalmente el martes de carnaval, el día antes del miércoles de ceniza, fecha en la que comienza la cuaresma. Según he leído, la forma tradicional de comerlos es dentro de un tazón de leche caliente. Y así es como me los he comido yo, pero dándole mí toque personal, calenté un tazón de leche, con un trozo de corteza de limón, una ramita de canela y azúcar. Lo que no hice en esta ocasión fue preparar el relleno de mazapán, simplemente lo rellene de nata montada, quizas para la próxima. La preparación es muy sencilla, la masa que no requiere amasado, eso si tendréis que preparar la masa la noche anterior. Se pueden congelar perfectamente, sin rellenar, yo guarde 2 bollitos rellenos en la nevera durante dos días y no estaban nada duros, de todas formas os recomiendo que si no los vais a consumir en el mismo día los congeléis. Cuando os apetezcan, los retiráis del congelador unas horas antes, los rellenáis y listos para disfrutarlos. Podéis utilizar el relleno que más os guste, mermelada, nutella... o comerlos a palo seco, como más os guste.
La receta está adaptada del libro de Signe Johansen "Scandilicious Baking", uno de mis regalos de estas Navidades y del que me declaro super fan, he preparado algunas recetas y han sido todo un acierto.
Bollitos de cardamomo rellenos de nata
Ingredientes para 8 bollitos
Preparación
- En un mortero aplastamos los granos de cardamomo, quitamos las cascaras y machacamos las semillas hasta convertirlas en un polvo fino.
- En un cazo calentamos la leche y la mantequilla hasta que la mantequilla se derrita y esté a punto de hervir, retiramos del fuego. Reservamos hasta que se enfríe un poco y vamos preparando el resto de ingredientes.
- En un bol tamizamos, las harinas, el azúcar, el cardamomo, la sal y (la levadura seca de panadería si la utilizáis). Si utilizáis levadura fresca, la mezclamos con una cucharada de azúcar y una vez se vuelva liquida que será después de unos 30 segundos la añadimos a los ingredientes secos.
- Hacemos un hueco en el centro de los ingredientes secos y añadimos la leche tibia. Mezclamos, hasta lograr una masa algo "pastosa" por así decirlo y que se despegue de las paredes del bol.
- Colocamos la masa en una bolsa de plástico (es importante que la bolsa sea lo suficientemente grande, ya que la masa aumentara de volumen) ligeramente engrasada, dejamos toda la noche en la nevera fermentando.
- Al día siguiente retiramos la masa de la nevera y esperamos a que alcance la temperatura ambiente.
- Cubrimos dos bandejas de horno con papel de hornear.
- Formamos 8 bollitos, los ponemos sobre la bandeja del horno cubierta con papel de hornear y dejamos reposar en un lugar cálido durante 15-20 minutos.
- Precanlentamos el horno a 180ºC.
- Pincelamos los bollitos con un huevo batido. Horneamos a 180ºC durante 10-15 minutos hasta que estén ligeramente dorados. Sabremos que están listos porque al golpearlos sobre la base sonarán a "hueco".
- Retiramos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
- Para preparar el relleno de nata montada, ponemos la nata y el azúcar en un bol amplio batimos con unas varillas eléctricas o con el batidor de varillas de la KA a velocidad máxima hasta que esté montada, sin pasarse que sino se volverá mantequilla.
- Una vez fríos los abrimos por la mitad y los rellenamos de nata montada.
- Espolvoreamos con azúcar glas y listos para ¡disfrutarlos!.