La brandada es una emulsión antiguamente machacada al mortero y que ahora se hace también con la batidora, en la que se monta bacalao previamente hervido y aceite de oliva, cuyo resultado final puede condimentarse con ajo, pimienta, olivas, perejil, pimienta...etc. Este plato pertenecía a la cocina casera, familiar y tradicional que cenaban a menudo los campesinos de la costa que va desde Alicante hasta la región de Liguria (noroeste de Italia) hasta que, en la època de la Revolución Francesa, la receta llegó a París.
Allí se adaptó al gusto del lugar y de los cocineros profesionales de moda en la época que quisieron añadir ingredientes que suavizaran los sabores del mediterráneo. Por eso, la versiòn parisina evita el ajo y sustituye el aceite de oliva por otros aceites vegetales, incluso a veces por mantequilla, añadiendo además leche, patata, nata u otros ingredientes.
La notoriedad que en la època tuvo la cocina que se hacía en París, presentada como francesa, hizo que este, como muchos otros platos se dieran a conocer en otros lugares del mundo. En España, en cambio, se extendió del este, a través del Pirineo, hacía el País Vasco y después, al resto de regiones.
Su nombre en castellano viene del catalán brandada , del verbo catalán brandar, cuyo significado es "balancearse", "trotar", "mover enérgicamente con un movimiento de vaivén".
Yo os dejo la versiòn que más hago en mi casa, aunque a veces la vario un poco, pero esta resulta facilita y super sabrosa, tanto para comer en cazuelas individuales gratinadas, o bien , untada en rebanadas de pan tostado al horno.
Ingredientes:
- 300 grs de migas de bacalao desalado.
- 100 mlts de aceite de oliva suave.
- 3 dientes de ajo.
- 1 patata.
- 50 mlts de leche.
- Sal.
- Pimienta.
- Pimientos del Piquillo.
Preparación:
- Comenzamos cociendo la patata en agua con un poquito de sal. Ha de estar entera y con la piel
- Una vez lista la retiramos del agua y la dejamos templar para poder quitarle la piel sin problema y luego la cortamos en trozos para chafarla con un tenedor dentro de un bol amplio.
- En una sartén vertemos el aceite y dorados los ajos en láminas. Los reservamos encima de papel absorbente.
- En un cazo con agua metemos el bacalao y una vez que llegue a ebullición, lo retiramos y escurrimos bien, dejando que enfríe un poco.
- Luego lo desmuzamos, controlando bien de que no se nos cuele ninguna espina o resto de piel. Con las migas desaladas es raro que ocurra, pero a mi me tiene pasado de encontrarme alguna espìna pequeña, así que por si acaso..yo, aviso.
- Unimos el bacalao a la patata chafada y mezclamos bien con el tenedor.
- Vamos agregando el aceite poco a poco y batiendo a la vez con ayuda de la batidora, hasta conseguir una crema homogénea.
- Luego solo nos resta agregar la leche de igual manera, batir un poco más y salpimentar.
- Llenar las cazuelas donde las serviremos y gratinar unos minutos en el horno y adornar luego con un par de ajo en láminas. Para untar en pan tostado, adornar con el ajo y tiras de pimientos del piquillo.