Nosotros, de nuevo, hemos aprovechado este evento para realizar una receta que llevaba tiempo en la lista de espera, una sencilla y sabrosísima brandada. Es cierto que ya la habíamos elaborado como parte de otra receta en estas alcachofas rellenas de brandada, pero no teníamos una entrada dedicada a este plato. He de decir que he seguido (más o menos) la receta de Anna Barri (aunque variando proporciones, aquí tenéis la original) y no he añadido patata, aunque yo personalmente si lo hago y he confitado el bacalao, aunque yo desde hace tiempo no lo hago, puesto que si está desalado, ya está "cocinado", así que lo introduzco directamente en la batidora y en lugar de leche utilizo nata, ¡y ya está!, es mucho más rápido y sencillo y si echas de menos el toque del ajo, puedes añadirlo también al vaso, ya sea en plan chip de ajos fritos o en crudo. Tu mismo. La brandada es un plato tradicional en Cataluña y en la Occitania francesa, de dónde salto a los restaurantes parisinos. Tradicionalmente parece ser que era una especie de All i oli al que se incorporaba bacalao y se majaba en mortero, pero en los restaurantes se "civilizó" para adaptarlo al gusto parisino, se le redujo la cantidad de aceite, se eliminó el ajo y se introdujo la patata y la leche (e incluso la bechamel). Como vemos tiene muchas opciones diferentes de elaboración Ingredientes:
- 250 gr. de bacalao desmigado desalado.
- 2 dientes de ajo.
- 150 ml. de nata para cocinar
- AOVE.
Elaboración: 1.- Confitamos en AOVE los dientes de ajo cortados en láminas muy finas, cuando estén dorados retiramos. 2.- En el mismo aceite confitamos el bacalao cinco minutos a muy baja temperatura (Anna Barri lo hierve, luego lo escurre, lo pasa a un bol y le incorpora el aceite caliente, con lo cual el resultado final varía muy poco, puesto que ese aceite caliente va a confitar en cierto modo al bacalao). 3.- Una vez confitado, lo sacamos y dejamos escurrir sobre un colador y recogemos en aceite sobrante en un cazo (aceite repleto de gelatina). 4.- En el vaso de la batidora incorporamos el bacalao, el aceite que haya dejado escurrir y la mitad de la nata. Procedemos a triturar y a añadir el resto de la nata hasta conseguir la textura deseada, por eso la cantidad de nata puede variar, si es para un relleno igual la quieres más ligera. 5.- Podemos gratinarla y luego comérnosla con ayuda de unos encurtidos, unas huevas de trucha o salmón o sobre una tosta a modo de Smørrebrød.
Consideraciones: ¿Y que tal en un vasito, sobre un fondo de huevas de salmón con una gota de salsa Worcestershire y rematada, ligeramente gratinada y rematada con un poco de cebollino picado y ralladura de limón?.
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