El sello más característico de Ok Go son sus magníficos y originales vídeos musicales, el más reciente es el del tema I Won’t Let You Down, una megalómana puesta en escena, que incluye estética japonesa, robots y drones:
Lo que pensamos cuando lo vimos por primera vez fue “lo han vuelto a hacer”.
Ante este despliegue de medios (y de presupuesto), se nos ha ocurrido echar la vista atrás en la trayectoria de la banda de Chicago para poner de manifiesto hasta que punto su trabajo no se puede entender sin la parte audiovisual, para la que utilizan mucho tiempo y recursos a la vista de los resultados.
Ya en su primer trabajo, OK Go (del ya lejano 2002), se puede encontraren el tema C-C-C-Cinnamon Lips, un germen de lo que harían después:
De su segundo trabajo Oh No (2005), es el afamado y visto hasta la saciedad clip de las cintas de correr (Here It Goes Again, mas de 2 millones de vistas en las primeras tres horas de publicación), que, gracias a Internet, supuso un punto de inflexión, y convenció a la banda que era un gran método de promoción.
De este trabajo también encontramos A Million Ways, vídeo mucho mas modesto, en el que los miembros de la banda presentan una envidiable falta de vergüenza a la hora de realizar las coreografías.
La fama obtenida les permitió hasta trabajar con los teleñecos:
Tras cinco años de “silencio” y tras cambiar de discográfica publicaron Of The Blue Colors of The Sky, en la que se nota un cambio en el estilo, volviéndose más electrónico, y del que realizaron tres videos de gran complejidad en su concepción y rodaje, con unos resultados que parecían insuperables:
This Too Shall Pass, un efecto mariposa a lo bestia:
End Love, nuestro favorito
With Knuckles, el de los perretes…
Este mes de octubre publican Hungry Ghosts, que presentaron con el vídeo de The Writing’s On The Wall:
¿Que serán capaces de hacer la próxima vez?