INGREDIENTES:
- 250 g de harina
- 20 g de levadura fresca
- 125 ml de leche
- 40 g de azúcar
- 40 g de mantequilla
- 1 huevo
- 1 pizca de sal
- 1 yema de huevo
- 1 cucharada de leche condensada
A mano:
- En un bol echamos la harina, el azúcar y la pizca de sal, lo mezclamos todo bien.
- Hacemos un hueco en el centro de la harina e incorporamos la leche tibia, la mantequilla un poco fundida o a temperatura ambiente y el huevo. Amasamos hasta formar una masa homogénea.
- Añadimos la levadura desmenuzada y seguimos amasando hasta que quede bien integrada.
- Hacemos una bola, la ponemos en el bol, tapamos con un trapo en un lugar cálido hasta que doble su volumen, aproximadamente una hora.
- Ponemos en el vaso la leche y programamos 1:30 minutos a 37º velocidad 1.
- Abrimos e incorporamos el huevo, el azúcar, la sal, la mantequilla, la harina y la levadura, cerramos y programamos 2 minutos a velocidad 4.
- A continuación programamos 2 minutos a velocidad espiga. Dejamos reposar sin desmontar el vaso hasta que dobla su volumen y puede ser que comience a salir por el orificio de arriba, aproximadamente una hora.
- Encendemos el horno a 200º para que se vaya calentando.
- Vertemos la masa en una superficie ligeramente enharinada, amasamos un poco y cortamos la masa en 8 porciones similares o en más si los queremos hacer más pequeños.
- Tomamos una porción de masa y hacemos con ella un cilindro de unos 30 cm de largo con el centro más grueso y los extremos más finos, cruzamos dos veces los extremos y los pegamos como podemos ver en la foto de abajo.
- Colocamos los brezel en una bandeja de horno a la cual le hemos puesto papel vegetal.
- En un plato batimos la yema con la cucharada de leche condensada y pintamos los brezel.
- Los introducimos en el horno a 180º hasta que estén dorados, sacamos dejamos templar y ¡¡YA ESTÁN LISTOS PARA TOMAR!!